Introducción al genio plural de Domingo Liz

Introducción al genio plural de Domingo Liz

Si preguntaran cuál es el maestro dominicano cuya obra puede exponerse en cualquier gran museo del mundo, la respuesta no se haría esperar: Domingo Liz.  Con solo  mirar la exposición que actualmente se presenta en la Galería Nacional de Bellas Artes, se justifica esta afirmación. Las obras, que “iluminan” las dos plantas –¡Domingo Liz es luz!– proyectan a un artista de excepción, original, único, a la vez moderno y contemporáneo, criollo y universal, al cual se ha dedicado la Bienal.

Un montaje irradiante contribuye a esa aura singular. El Museo de Arte Moderno, su directora María Elena Ditrén, su curador Amable López Meléndez –autor de una óptima selección–, y sus competentes técnicos han hecho un aporte que amerita cálidas felicitaciones. La mejor congratulación será visitar esta espléndida exposición y que la disfruten academias de arte, colegios y escuelas, familias, pues probablemente no hay un pintor nuestro que mejor comunique con la gente muy joven, y además haya representado a la niñez de manera tan auténtica y sensible.

Los niños pintados por Domingo Liz son poemas de identificación y cariño por el mundo de los pequeños, sus travesuras  y sus juegos. Extenderemos nuestros comentarios en una próxima entrega, con un mayor espacio. 

Hoy, queremos introducir otra vertiente, menos conocida, de un talento excepcional: la gran calidad –de forma y fondo– de la escritura. Domingo era un (auto) biógrafo, un crítico, un ensayista, un  poeta, y hubiera podido ser escritor… si él no hubiera privilegiado la expresión visual.

Reproducimos muy breves fragmentos de textos, fehacientes de tan relevante cualidad. Ojalá algún día se edite y publique un compendio de esos escritos, a la vez didácticos, profundos y fáciles de leer.

Domingo Liz por Domingo Liz. “Dibujante de grafías de lo humano  y su hábitat, que vienen a la vida en un proceso formal, juego entre el humor gráfico y la ironía que se desprende del relato de la vida en crisis.”

“Hablo y escribo contra la desorientadora crítica imperante en el medio a sabiendas de las consecuencias. Respetando la analista consciente que se dedica a descifrar el mensaje de expresión visual.”

El dibujo, síntesis de la forma. “Ese dibujo es un lenguaje que no se fabrica, sino que surge con espontaneidad y descubrimientos continuos. La energía guardada en su seno explota a veces sobreponiéndose frecuentemente a las interferencias del mismo creador, produciéndose entonces las maravillosas intuiciones espontáneas que asombran al mismo autor.”

Jaime Colson, maestro. “A nosotros nos toca, como discípulos directos, recibir con alta conciencia el anegamiento de las semillas de contenido excepcional para que a través de nuestro trabajo, podamos seguir esparciéndolas en los mismos surcos trazados por Colson en su trayectoria, y para gloria nuestra no se pierdan los frutos que ha podido ofrecer un hijo inmortal de nuestra tierra.”

Manuel Rueda. “Lo veía desde mi butaca en su tarima de concertista magistral, dialogando con Bach, Mozart, Chopin, Beethoven, y los compositores modernos por igual, como un virtuoso que derramaba su magia al público de una sociedad maniatada que necesitaba que algunos de sus hijos alcanzaran esa cumbre a la cual él había llegado.”

“(…) En fin, si podemos percibir en una mirada hacia el interior los confines abiertos de la eternidad, entonces veremos a Rueda impertérrito derramando de su misma savia inconfundible para siempre.”

ZOOM
Ozama

“Estiércol sobre tierra. Atardeceres,  noches. Nada de alambres,

ni luces, solo estrellas, perversión, desamparo. Río de vida que se apaga.”. “Serpentea, mordiscos de peces, rasguños de canoasilbidos alados, aletear de cigarras,  arrullos de palomas.

Sueños.”

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