NAGUA. MARÍA TRINIDAD SÁNCHEZ. Ni con guardias ni policías accedieron a salir de sus casas cientos de familias afectadas por las inundaciones provocadas por las crecidas de los ríos Boba y Baquí, que anegaron numerosas viviendas, miles de tareas sembradas de arroz y dejó incomunicadas a unas 45 comunidades rurales.
Asimismo, anoche continuaban las crecidas los ríos El Papayo y Tío Marcos, así como el arroyo Al Medio, en los municipios de Nagua, Cabrera, Río San Juan y El Factor.
Las lluvias continuaron ayer, mientras que las crecidas parecían indetenibles, provocando la preocupación de las autoridades de los organismos de socorro, que utilizaron a miembros del Ejército y la Policía Nacional para tratar de sacar a esas familias esos lugares.
Sin embargo, muchas de esas personas dijeron que preferían morir ahogadas que permitir que los ladrones les roben sus ajuares, que han comprado con tantos sacrificios.
Defensa Civil
La licenciada Minerva Santos, presidenta del Comité de la Defensa Civil en esta provincia, dijo que ha aumentado la cantidad de viviendas inundadas, ya que los ríos Boba y Baquí se unieron y están sus crecidas estaban llegando a otras comunidades rurales, como Bella Vista, Laguna, El Bote, La Lometa y Los Rincones Abajo.
Asimismo, dijo que la Defensa Civil de San Francisco de Macorís ha venido a reforzar el trabajo, con más personal técnico trabajando día y noche en la prevención, a fin de salvar vidas y propiedades.
Indicó que en la comunidad de Payita las personas que estaban en la escuela pública retornaron a sus hogares.
Santos ponderó la colaboración de los señores Angel de Jesús López, síndico electo de Nagua; Cornelio Taveras, director del distrito municipal de Las Gordas y el gobernador provincial y senador electo, Arístides Victoria Yed, quienes han entregado a los afectados raciones alimenticias.
La crecida de Boba y Baquí también afecta el tránsito por la vía Nagua- Río San Juan-Puerto Plata.