KAMPALA,  (AFP) – Cientos de miles de personas buscaban desesperadamente ayer refugio y comida en los países africanos afectados por nuevas inundaciones, que han dificultado la llegada de ayuda humanitaria.

 Las que son ya las peores inundaciones ocurridas en África en 30 años se han cobrado la vida de cerca de 300 personas y han dejado hasta ahora 1,5 millones de damnificados en 18 países del continente.

 «Tuvimos un corto periodo de tres días sin lluvias, pero desde hace 24 horas llueve sin parar, lo que impide el acceso a las carreteras», declaró a la AFP Musa Ecweru, ministro responsable de la ayuda humanitaria y los refugiados en Uganda, uno de los países más afectados por las inundaciones.

 Según el Gobierno, las graves inundaciones han dejado ya 18 muertos y 500.000 personas sin hogar y han destruido las cosechas y provisiones en numerosas zonas del país. Kampala decretó el estado de alerta el pasado 12 de septiembre.

 También en Kenia las nuevas lluvias están dificultando el trabajo de los servicios de salvamento y retrazando el envío de ayuda humanitaria. Según la Cruz Roja local, «6.000 personas se encontraban totalmente aisladas» este domingo, en un país donde las inundaciones han dejado por ahora 15 muertos y al menos 25.000 desplazados desde el mes de agosto.

 La región de África occidental, poco habituada a fuertes precipitaciones, no se ha salvado de las inundaciones, que han provocado situaciones catastróficas.

 Cosechas estropeadas, provisiones perdidas, infraestructuras destruidas… Se están dando todas las condiciones que «agravan la precariedad de la situación sanitaria y de seguridad alimentaria» en la zona, alertó la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 Según este organismo, hay cerca de 500.000 damnificados.