Las lluvias inundaron ayer las áreas de la Penitenciaría  de La Victoria denominadas  Los Galpones,  El Consulado, Alaska, el patio y la parte frontal.

La situación en el penal es caótica por la falta de alimentos y frazadas y  por  la pérdida de las pertenencias de los internos.

No obstante, la Procuraduría General informó que puso en marcha un plan de contingencia   y que 442 reclusos del espacio denominado Alaska fueron llevados al área del hospital del recinto.

Dijo que además están preparados para llevar a los reos a otras cárceles si es necesario.

En un documento indicó que el director  de Prisiones, Tomás Holguín La Paz, se trasladó al penal a supervisar.  Las labores se llevan a cabo de manera conjunta con otras instituciones como la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses, la Marina de Guerra, el Ministerio de Deportes, los Comedores Económicos, así como el Ministerio de Salud Pública.

En tanto, el coordinador de la Pastoral Penitenciaria, fray Arístides Jiménez Richardson,  dijo a Hoy que urge que las autoridades vayan en auxilio de esa prisión para salvar la vida de más de cien reclusos de una población de más de seis mil hombres.  Asegura que no hay  un lugar seguro para albergar a los reos que están en áreas vulnerables.

Alertó que las lluvias suben cada vez más y que es imposible llegar a esa cárcel por la ruta habitual, ya que los puentes y la vía de acceso están desbordados. Explicó que el acceso provisional se hace por la Hacienda Estrella.

Precisó que cuando llueve la cárcel  se inunda, lo que pone el peligro a todos.