Invasión de ribera del Ozama es proceso que no se detiene en SD

Invasión de ribera del Ozama es proceso que no se detiene en SD

La ocupación de la ribera del río Ozama continúa a pesar del decreto 260-14 que busca rescatar las cuencas de esa fuente de agua y del río Isabela, lo que aleja el saneamiento que se proponen el Gobierno y el sector privado.

Lo peor es que, pese a la ilegalidad de estos asentamientos humanos, las propias autoridades reparan algunas de estas viviendas que son montadas sobre los sacos y el caliche que colocan en plena ribera para utilizarlos como solar.

Mediante un recorrido ayer por el Ozama se observó que los grandes vertederos eliminados por las fundaciones comunitarias que recolectan los desechos sólidos en los barrios de las márgenes occidentales del Ozama y el Isabela han sido ocupados por personas que prevén en el futuro desalojos por parte del Gobierno.

Hasta la avenida Perimetral, que inició y abandonó hace seis años la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret), es invadida sin que ninguna autoridad lo evite. Esta avenida pretendía conectar la avenida Hermanas Mirabal con la Francisco Alberto Caamaño (del Puerto).

Crean basureros. La ocupación de los espacios que habían sido recuperados es de tal magnitud que poco a poco los habitantes que llegan crean nuevos basureros a orillas del río Ozama. Estos vertederos son casi imposibles de eliminar por falta de espacios para penetrar por vía terrestre.

Geovanny Guzmán, técnico ambiental y de agua, recuerda que para la eliminación de los vertederos las fundaciones comunitarias utilizaron hasta botes para retirar los desechos sólidos desde dentro del río debido a que era imposible hacerlo de otra manera.

Además, fueron utilizados hombres que se amarraban con sogas para bajar por las peligrosas pendientes en los farallones, con lo que ayudaron a descongestionar los ríos señalados que hasta hace 10 años eran tapados por basura.

Guzmán, secretario ambiental de la Fundación Comunitaria de Saneamiento Ambiental Los Guandules, La Ciénaga, Guachupita y 27 de Febrero (Fucosaguscigua-27), lamenta que el Gobierno no tome en serio el saneamiento de las principales fuentes acuíferas de Santo Domingo y continúe de espaldas a esta riqueza natural.

Urge que se involucre a la comunidad en el saneamiento de las cuencas del Ozama y el Isabela. De lo contrario, sería casi imposible su rescate definitivo.

Son vivos. Guzmán alerta a las autoridades sobre el hecho de que muchas de las viviendas levantadas sobre el Ozama están vacías, pero que los dueños están al acecho para ocuparlas inmediatamente se percaten de algún proyecto de desalojo, con miras a que los tomen en cuenta.

Adalberto Moreta, presidente de Fucosaguscigua-27, señala que muchos de los invasores del río son desalojados e indemnizados por la Opret para dar paso al puente que comunicará al Metro, desde el Distrito Nacional, con Santo Domingo Este (SDE).

Peor en SDE. La ocupación sobre los terrenos del Ozama se produce en ambas márgenes pero es todavía peor del lado de Santo Domingo Este, ya que ahí no existen empresas comunitarias que retiren los desechos sólidos como sucede del lado del Distrito Nacional.

Las invasiones al Ozama se producen conjuntamente con la labor de rescate de las cañadas que desarrolla la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (Caasd) en La Ciénaga, Los Guandules, Gualey, Las Cañitas y otros.
Por la Ciénega desembocan al Ozama grandes cañadas como La Bonavide y El Arrozal, rescatadas por la Caasd, mientras que por Los Guandules están La Santa Filomena I y II y la San Juan Bosco.

Luego siguen otras cañadas de grandes magnitudes como la Simón Bolívar, Las Cañitas, Los Dulceros, Capotillo y la Del Diablo, esta última en La Zurza, que serían conectadas a la planta de tratamiento que construye la Caasd frente al parque Mirador Norte.

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