Invasión latina a Cooperstown

Invasión latina a Cooperstown

DIONISIO SOLDEVILA
d.soldevila@hoy.com.do
En más de 50 años desde que los latinos comenzaron a ver acción en el béisbol de las Grandes Ligas, solo ocho hispanos han logrado inmortalizarse y pasar al Salón de la Fama de Cooperstown.

El grupo lo encabeza Roberto Clemens (1973), seguido de Martín Dihigo (1977), Juan Marichal (1983), Luis Aparicio (1984), Rod Carew (1991), Orlando Cepeda (1999) y Tany Pérez (2000). Los cubanos Cristóbal Torrente y José Méndez, de las Ligas Negras también son inmortales.

Sin embargo, en muy poco tiempo esa lista podría aumentar considerablemente.

Eso, porque los latinos de hoy en día han dominado la era en que han jugado a niveles pocas veces visto.

Y así vemos jugadores como Sammy Sosa (609 jonrones), Pedro Martínez (3 mil ponches y 200 triunfos), Manny Ramírez (500 jonrones), Mariano Rivera (458) salvados, Roberto Alomar (2,724 hits y 10 Guantes de Oro) y Omar Vizquel (2,610 hits, 11 Guantes de Oro), todos tienen logros más que suficientes para ser considerados en las votaciones para la inmortalidad.

Todos ellos han sido más que grandes, y por eso, más temprano que tarde, y desde que sean elegibles, ellos, todos, serán elegidos al Salón de la Fama de Cooperstown.

Antecedentes

Los inmortales

1973

Roberto Clemente se convierte en el primer latino en ser exaltado al Salón de la Fama, poco después del trágico accidente áereo.

1983

Juan Marichal se convirtió en el primer dominicano elegido al Salón de la Fama.

2000

Tany Pérez es inmortalizado.

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