La pobreza en el mundo sigue siendo una de las grandes tragedias que se vive universalmente día a día. Planes y programas van y vienen; se logran momentáneamente algunas mejorías aquí o allá que, en definitiva, ante la más mínima alteración de los equilibrios macroeconómicos se revierten, lo que demuestra, en la mayoría de los casos, la inconsistencia de lo alcanzado.

Con frecuencia ni siquiera queda claro qué entender por pobreza. Internacionalmente se ha dado por un hecho que todo el que dispone tan solo de un dólar diario se encuentra en la pobreza. Con el le es imposible poder satisfacer sus necesidades básicas. Quizás se tenga un salario pero este no le da para cubrir sus apremios personales y familiares imprescindibles.

La Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social que se celebró en 1965 aportó una definición: “Condición caracterizada por la privación severa de las necesidades básicas humanas, tales como alimento, agua potable, facilidades sanitarias, salud, refugio, educación e información. Esta depende no solo del ingreso sino también del acceso a los servicios”.

En el mundo sobreviven, y mueren, en condiciones de pobreza 1,000 millones de personas, de ellas el 70% son mujeres; unos 1,800 millones carecen de acceso a agua potable; 1,000 millones no tienen vivienda adecuada; 840 están mal nutridos, 200 de ellos son niños menores de cinco años; 2,000 padecen anemia por falta de hierro; 880 no disponen de servicios de salud; 2,000 carecen de acceso a medicinas esenciales y cerca de 1,000 son analfabetos. En América Latina, en el 2008, el 34.1% eran pobres, incluidos el 12.6% que son indigentes. O sea, 1 de cada 3 personas es pobre; 1 de cada 8 está en pobreza extrema. A partir del 2002 se estuvieron reportando algunos adelantos pero la crisis del 2009 hizo crecer de nuevo la pobreza en la mayoría de los países.

De acuerdo con el Informe ONU – HABITAT  del 2010 la región es la más urbanizada y desigual del mundo. En 1970 el 25% -40 millones– de personas en las urbes de la región eran pobres y en el 2007 el 29% -127 millones-. El 20% de los más ricos absorbe el 56.9% del ingreso en tanto el 20% de los más pobres recibe solo el 3.5%. Desde hace 20 años el PNUD publica anualmente un Índice de Desarrollo Humano -IDH- en el que clasifica la situación en que se encuentra cada nación dentro de un conjunto de 182 países que son analizados.  El IDH pretende medir la mejoría de las condiciones de vida en cada sociedad. El Informe del 2009 situó a Noruega en el primer lugar y a Níger en el último. Los primeros cinco lugares en el 2008 fueron ocupados por Islandia, Noruega, Canadá, Australia e Irlanda. EE.UU. ocupó el lugar 15.