Inventó una tecnología para baño de vapor

Inventó una tecnología para baño de vapor

Por ALEIDA PLASENCIA
Una artritis que obligó a Donato Padilla a dejar su trabajo en Canadá y regresar al país sin  perspectivas laborales, trajo como consecuencia un invento dominicano que hoy se encuentra patentado en siete países.

Es  una resistencia para baño de vapor y múltiples aplicaciones, que en estos momentos tiene la posibilidad de ser utilizada incluso en Estados Unidos para ahorrar electricidad en la calefacción.

La novedad le generó al país su primera patente de invención, otorgada a nombre de Donato Padilla, propietario de la empresa  Merkimport, en febrero del presente año.

 Además del baño de vapor, esta resistencia se puede utilizar como “autoclave”, sistema para desinfectar utensilios quirúrgicos, así como en calefacción y otras aplicaciones.

Su inventor, Padilla,  proviene de una familia que siempre se dedicó a la agricultura en un campo de Moca llamado  La Higuereta, donde nunca ha habido electricidad.  En 1970 se mudó  a la capital donde se dedicó a vender enciclopedias, y luego luego  se fue a trabajar a Canadá.

Regresó al país en 1994 afectado de una artritis que lo incapacitó para el trabajo.  Visitó un médico, en la Zona Oriental de Santo Domingo, quien  logró curarlo con baños caseros de vapor.

Desde entonces, comenzó a investigar y realizar pruebas en busca de  un instrumento barato y portátil,  comenta Padilla en una entrevista en su empresa, ubicada en La Colina de Haina. En el 2004 produjo una resistencia que le permitió una novedad: un baño turco de vapor, que se instalaba en el baño, construido en base a tubos y material plástico. Se vendió en el mercado local alrededor de RD$13,000 la unidad. Fue descontinuado por ser poco práctico.

Obtuvo la  patente para una resistencia que funciona mediante un  sistema denominado “por goteo”,   base para la fabricación de un baño de vapor que actualmente vende al público, por encargo. Su precio fluctúa entre  RD$39,000 y RD$125,000, dependiendo del modelo.

En las próximas semanas, estas unidades estarán a la venta en San Francisco de Macorís y Jarabacoa, dice Padilla. Está en proceso de negociación para comercializar el producto  en varias ferreterías de la capital. Trabaja en la fabricación de unos pedidos para hoteles en Bávaro y varias villas.

Padilla  proyecta suplir el mercado de Estados Unidos de manera directa, con unidades   modulares desarmables.

Al  resto del mundo lo hará mediante franquicia.

Fabrica los baños de vapor de manera artesanal, con madera de cedro y de pino. Próximamente, cuando reciba un préstamo de RD$ 5 millones, comprará  la maquinaria que le permitirá trabajar en serie y  un millón de unidades al año para el mercado local.

El invento tiene las características de que ahorra electricidad y agua, así como  tiempo al usuario, porque calienta con rapidez. Además, se puede colocar en cualquier lugar de la casa u oficina.

Los  usuarios del baño de vapor se mantienen  “robustos de salud y belleza, disfrutando de larga vida”, sostiene Padilla.

 “Mi sueño con esto es llevar salud a los hogares. Mi familia no tiene seguro médico y no lo necesita. Nuestra medicina es el baño de vapor”, dice Donato al referirse a la meta que tiene con su invento. También  “llegar al mundo con una tecnología práctica y económica”.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas