Un estudio del Banco Mundial revela una caída de un 15% en las inversiones públicas en el sector agua potable y saneamiento (APS) en un período de cinco años.
Cita datos del Ministerio de Hacienda 2010-2015 cuando el sector inició con un presupuesto de US$297 millones y terminó en US$253.
Los datos están contenidos en el informe “Monitoreo de los Avances del País en Agua Potable y Saneamiento (Mapas), que estuvo a cargo del consultor Leandro Mercedes.
Indica que el promedio de la inversión fue de US$213.8 millones, y de la ejecución un 79%. Esta cifra representa un déficit de US$543 millones al año para cumplir la meta al 2020 de cobertura de agua potable en un 100% y de 92% para saneamiento mejorado.

Asimismo recoge estadísticas del 2016 del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (Mepyd) que refieren que el gasto público de capital ha sido prácticamente congelado desde el año 2013 en 3.72% del PIB.
Explica que la reducción en las asignaciones de capital de origen interno ha sido compensada por el uso de recursos externos en el financiamiento de inversiones de capital, aunque este ha comenzado a reducirse a partir del año 2013.
“Esta reducción de la inversión en el sector anula la posibilidad de mantener el nivel de cobertura de los servicios y expandirlos hacia el segmento de la población que no los tiene, sumado al pobre desempeño de la gestión, considerada como una de las principales causas del deterioro sectorial; todo lo anterior se traduce en servicios deficientes, de baja calidad y en población sin acceso a los mismos”, indica el informe.
Acceso. En cuando a los niveles de cobertura en los servicios de agua potable y de saneamiento, consigna que tienen un comportamiento opuesto: mientras la cobertura en agua potable disminuyó de 87% en 1990 a 85% en 2015, la de saneamiento aumentó de 73% en 1990 a 84% en 2015.
Según el estudio, para 2015 en República Dominicana 1.5 millones de personas carecían de acceso a servicios mejorados de agua potable (18% de la población rural y 14% de la urbana). Mientras 1.6 millones no tenían acceso mejorado a servicios de saneamiento (24% de la población rural y 14% de la urbana).
Arroja que la proporción de la población urbana con acceso mejorado a servicios de agua potable disminuyó en un 11% entre los años 1990 y 2015; al caer del 97% al 86% durante ese lapso.
Recordó que este descenso afecta de manera significativa a la población urbana pobre, que como es normal habita los barrios periféricos de las grandes ciudades.