Las inversiones extranjeras directas son uno de los motores principales de la economía mundial y han aumentado considerablemente, especialmente en los países en desarrollo. En lo que se refiere a la inversión extranjera directa en República Dominicana, durante el 2014 registró un monto de US$2,274.7 millones, lo que significa un incremento de 14.3% con respecto al 2013, impulsada por aumentos de las inversiones en los sectores comercial con 58.9%, comunicaciones con 36.7% y financiero con el 35.1%, entre otros.
Las entradas de inversión extranjera directa en 15 países de América Latina y el Caribe disminuyeron 23% durante la primera mitad de 2014 respecto al mismo período del año anterior, alcanzando un total de US$85,465 millones, conforme la CEPAL. Los países en vía de desarrollo procuran aumentar las inversiones extranjeras directas con fines de crear más fuentes de empleo y combatir la pobreza. En el país el Gobierno ha creado un clima favorable para traer la inversión extranjera directa, lo que ha impactado en diferentes sectores productivos. Para lograr este propósito se alienta un enfoque integrado que incluye consideraciones de índole ambiental, social, económica y jurídica, así como tratados de libre comercio con Estados Unidos, Centroamérica y la Unión Europea.
Las oficinas de Promoción de las Inversiones y las Tecnologías de la ONUDI promueven los contactos empresariales entre los países industrializados, en desarrollo y las naciones con economías en transición.
Banco Mundial contribuye al fomento de inversiones en los países en desarrollo a través de dos de sus filiales: la Corporación Financiera Internacional (CFI) y Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (OMGI), las cuales ayudan a los gobiernos a crear las condiciones necesarias para estimular las corrientes de inversión y ahorro privado, nacionales y extranjeros.