Inversión extranjera directa expande actividades productivas

Inversión extranjera directa expande actividades productivas

La inversión extranjera directa (IED) en República Dominicana ha contribuido a la expansión de las actividades productivas, la ocupación laboral y transmisión de tecnología, pero al mismo tiempo ha provocado una creciente transferencia neta de capitales al extranjero y, en consecuencia, una fuerte presión al aumento del déficit de las cuentas corrientes exteriores de la balanza de pagos.

Así lo plantea el economista Luis Vargas en un trabajo que hizo llegar a este diario en el que señala que desde 2004 hasta 2015, el balance total entre flujo de inversiones transnacionales directas y repatriación de utilidades al exterior arrojó un monto negativo de US$2,741.1 millones como consecuencia de la diferencia entre el primero: US$23,891.2 millones y la segunda: US$26,632.3.

Agregó que durante esos doce años, las remesas de ganancias de las empresas extranjeras a sus respectivos matrices y naciones de origen representaron el 111,50% de la afluencia de tales capitales invertidos en territorio dominicano, así como el 97,55% del déficit de cuenta la corriente externa.

“En otras palabras, por cada US$1.00 invertido directamente por negocios multinacionales en la economía real dominicana, las autoridades monetarias tuvieron que garantizar la remisión de rentabilidades por un montante de US$1.11 y , por consiguiente, buscar financiación de aproximadamente US$0.98 de cada dólar de saldo deficitario de las cuentas corrientes”, afirma.
El economista Vargas sostiene que “muchas veces, la afluencia de capitales foráneos en negocios orientados al mercado interior no hace más que empeorar las cuentas corrientes exteriores, toda vez que los valores de venta denominados en pesos tienen que convertirse en gran medida en dólares para cubrir tanto los costos importados como los beneficios repatriados”.

“A final de cuentas, la política de inversión extranjera directa exige la revisión inmediata en procura de lograr los propósitos múltiples de atracción de capitales productivos y conocimientos tecnológicos en ramas y empresas clave, expansión de instalaciones fabriles y agrarias productoras de bienes de capital e intermedios, elevación de la capacidad competitiva y productividad laboral, sustitución de importaciones y multiplicación de las exportaciones, recalificación de la fuerza laboral y gerencia empresarial, mejora del nivel y calidad de vida de trabajadores asalariados y familiares cercanos y contribución a una mejor distribuciónde la renta y riqueza nacionales”, manifestó.
Vargas es profesor de economía del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec).

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