Factory workers are seen on an assembly line at a manufacturing plant for automobile air conditioners in Yantai in eastern China's Shandong province, Wednesday, May 15, 2019. China's factory output and consumer spending weakened in April as a tariff war with Washington intensified, stepping up pressure on Beijing to shore up economic growth. (Chinatopix via AP)
Las inversiones chinas en la economía norteamericana cayeron en 2018 un 80%, hasta los 5.600 millones de dólares, lo que representa el nivel más bajo desde 2012, según un informe del Comité Nacional Sobre las Relaciones entre China y Estados Unidos (NCUSCR) y la consultora Rhodium.
Se trata de un número muy pequeño, sobre todo si se compara con los 46.000 millones del 2016, antes de la llegada a la presidencia de Donald Trump a la Casa Blanca. Las cifras referentes el año pasado denotan la casi absencia de toma de participaciones, así como de operaciones de adquisición por parte de firmas chinas.
Según una publicación del diario español La Vanguardia, no sólo este retroceso es imputable a la creciente hostilidad entre los gigantes del planeta, sino que también las autoridades de Pekín han puesto en marcha medidas para evitar huidas del capital fuera del país. El objetivo es obligar a las compañías a limpiar sus balances y evitar un exceso de transferencia de liquidez en el exterior.
Los chinos quieren diversificar sus inversiones y no centrarse demasiado en el área del dólar.
“Estas restricciones ya se están traduciendo en la salida de firmas chinas de EE.UU.: por ejemplo, es el caso del conglomerado HNA, que se desprendió de la participación que tenía en la cadena hotelera Hilton (valorada en 1.400 millones de dólares), además de negociar la venta de Ingram Micro o de la retirada de Wanda”, agrega la publicación.
El informe destaca como el deterioro de las relaciones políticas, así como de las intervenciones de tipo regulatorio están afectando a las relaciones económicas entre los dos países. Esto hizo que muchas operaciones transfronterizas planificadas por las compañías chinas se abandonaron. “Estimamos que los inversores chinos dejaron en el 2018 de llevar a cabo acuerdos valorados en 2.500 millones de dólares debido a las preocupaciones generadas en el seno del Comité de Inversiones Extranjeras de Estados Unidos”. En particular, hubo el año pasado una fuerte contracción en el sector inmobiliario.
“Un acuerdo comercial podría mejorar el sentimiento inversor entre los dos países, pero incluso en este caso la desconfianza estratégica y de seguridad nacional permanecerán”, concluye el estudio.
Inversiones caen
Las inversiones chinas en la economía norteamericana cayeron en 2018 un 80%, hasta los 5.600 millones de dólares, lo que representa el nivel más bajo desde 2012, según un informe del Comité Nacional Sobre las Relaciones entre China y Estados Unidos (NCUS). Se trata de un número muy pequeño, sobre todo si se compara con los 46.000 millones del 2016.