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El Presidente Leonel Fernández se reunió ayer en el Palacio Nacional con los principales inversionistas de la compañía minera Barrick Gold, entre los que estaban el ex primer ministro de Canada Brian Mulroney, y el poderoso empresario venezolano Gustavo Cisneros.
También estaban el ex asesor del presidente Bill Clinton, Vernon Jordan, Peter Punk, William Cohen, Kelvin Dushinsky, Bill Birchall, Angus Monaughton, Kar Otto Pohe, Andronico Luksic y Vince Borg. La firma operará la mina de oro de Pueblo Viejo, en Cotuí, con una inversión cercana a los US$700 millones. Junto al grupo estaba Hans Hertell.
DIEGO PESQUEIRA
d.pesqueira@hoy.com.do
El Presidente Leonel Fernández se reunió ayer en el Palacio Nacional con los principales inversionistas de la compañía minera Barrick Gold, entre los que estaban el ex primer ministro de Canadá Brian Mulroney, y el poderoso empresario venezolano Gustavo Cisneros.
La Barrick Gold operará la mina de oro de Pueblo Viejo, en Cotuí, provincia Sánchez Ramírez, con una inversión cercana a los US$700 millones.
El grupo, integrado también por el ex asesor del entonces presidente Bill Clinton, Vernon Jordan, por Peter Punk, William Cohen, Kelvin Dushinsky, Bill Birchall, Angus Monaughton, Kar Otto Pohe, Andronico Luksic y Vince Borg, estuvo acompañado del ex embajador de los Estados Unidos en el país, Hans Hertell, quien aseguró que la inversión extranjera en la mina de oro ayudará a elevar la economía de la República Dominicana.
Los inversionistas fueron introducidos al despacho del Presidente por el secretario de Industria y Comercio, Melanio Paredes.
El grupo de inversionistas estuvo integrado por Brian Mulroney, Vernon Jordan, Peter Punk, William Cohen, Kelvin Dushinsky, Bill Birchall y Angus Monaughton. Tambien por Gustavo Cisneros, Kar Otto Pohe, Andronico Luksic, Vince Borg y Hans Hertell.
De acuerdo a reportes de prensa atribuidos a los inversores, el inicio de la explotación minera ingresaría al país una inversión de alrededor de 2,500 millones de dólares en un período de doce años. La nueva inversión representaría, además de los recursos económicos, la creación de más de 3,500 empleos.
El proyecto contribuirá además a paliar los efectos nocivos sobre el medio ambiente por la contaminación de la mina, por encontrarse desprotegida.
