En los últimos siete años el Gobierno dominicano ha invertido US$18,500 millones en el sistema educativo, mientras que este año destinará RD$500 millones diarios, incluyendo los sábados y domingos.
A pesar de ese esfuerzo, es muy poco lo que se logra a juzgar por los resultados de un estudio hecho por el Ministerio de Educación en estudiantes del sistema a nivel público y privado: solo el 12% de los niños del tercer grado de primaria lee con fluidez y comprende lo leído, mientras que apenas el 4.1% de los de sexto grado alcanza un nivel mínimo satisfactorio en el área de matemáticas.
Así lo explicaron ayer Samuel Conde y Darwin Caraballo, presidente y director ejecutivo de Educa, en el almuerzo del Grupo Corripio. Lo peor, según puntualizó Caraballo, es que al llegar al sexto curso solo el 24% de los niños lee con fluidez y entiende lo que está leyendo, mientras que en matemáticas los niños retroceden brutalmente puesto que en tercero el 27% alcanza el mínimo satisfactorio pero en sexto apenas lo logra el 4.1%.
Brutales, los números muestran que la inversión no basta para mejorar el sistema educativo y que se deben revisar las políticas que desarrolla la revolución de la que tanto se ufana el Gobierno. Pero los colegios también deben analizarse porque tampoco salieron bien parados.
El énfasis, sin embargo, debe hacerse en los docentes porque son el eslabón perdido: de ellos depende el producto que sale de las aulas. Los malos docentes forman terribles bachilleres que después serán mediocres profesionales que educarán mal a los niños del futuro. Es ese círculo vicioso que nos tiene jodidos.