Investigación científica en medicina

Investigación científica en medicina

En la segunda semana de junio de 2013 apareció en primera plana de varios diarios nacionales, así como en medios televisivos, radiales y redes sociales, una alarmante información de salud. En ella, dos patólogos alegaban haber descubierto una nueva enfermedad estomacal denominada Hiperplasia de Células Neuroendocrinas del Estómago,  supuestamente ligada al consumo de bromuro de potasio, colorantes y otros compuestos presentes en el pan y todos los productos conteniendo colorantes. Los especialistas aseguraron que “La población dominicana está siendo afectada por una rara enfermedad en el estómago, que la estaría produciendo el bromato y el agua que se calienta en envases plásticos”. Contradiciéndose a sí mismos con el término de “rara” utilizado, afirmaban haber observado dicha entidad patológica en el 42% de las 193 muestras de biopsias gástricas revisadas. De inmediato el jefe de patología del Centro de Gastroenterología del Hospital Dr. Luis Eduardo Aybar, así como el del Hospital General de la Plaza de la Salud mostraron su desacuerdo con los autores, pues su vasta experiencia les hacía negar  la veracidad de lo publicado.

Ante tan temeraria y alarmista declaración pública alertando a las sociedades de gastroenterología, endocrinología, Patología, Colegio Médico Dominicano y la Organización Mundial de la Salud, entre otras, nos vimos obligado a solicitar a los descubridores de la novedosa afección una copia del trabajo científico debidamente revisado por el Comité correspondiente. De principio llamaba poderosamente la atención el escenario escogido para dar a conocer la primicia. Todo médico que investiga, si quiere obtener el aval de la comunidad científica está obligado a seguir un protocolo que contiene una reglamentación metodológica inviolable. El Dr. Víctor Díaz Narváez en su libro Metodología de la Investigación Científica y Bioestadística nos dice: “La ciencia indaga su objeto de estudio utilizando de una manera sistemática y rigurosa, métodos y medios especiales de conocimiento que permiten obtener datos confiables, así como un reflejo profundo y exacto de las regularidades esenciales de la realidad… El método científico se puede definir como el conjunto de procedimientos o reglas generales por medio de las cuales se investiga el objeto de estudio de la ciencia. También puede ser definido como una cadena ordenada de pasos (acciones) basada en un aparato conceptual determinado y en reglas que permiten avanzar en el proceso del conocimiento, desde lo conocido a lo desconocido… La observación, la experimentación, la entrevista, la encuesta, etc., posibilitan estudiar los fenómenos observables y confirmar las hipótesis y las teorías”. Aún cuando nuestro carácter isleño nos haga pensar que vivimos como los chivos sin ley, la realidad de un mundo globalizado nos enseña lo contrario. Tiene el conglomerado científico moderno muchos ojos, oídos y muy exactos sistemas sensores sofisticados que nos normalizan, evalúan y clasifican, estableciendo fácilmente la diferencia entre lo sublime y lo ridículo.  Así como en la fe católica existe el bautismo, también en la investigación médica es de rigor la confirmación. Difícilmente consigan los anunciantes de la nueva y rara enfermedad un obispo que los confirme.

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