Las investigaciones en torno al nuevo escándalo de corrupción en la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (Oisoe) marchan a ritmo lento después de los interrogatorios realizados al exdirector y exdirector técnico de la institución Miguel Pimentel Kareh y José Miguel Florencio Estévez, que aparentemente aportaron muy poco con sus declaraciones.

La desaceleración de las pesquisas preocupa a representantes de algunos sectores que temen que los intereses políticos obliguen a dejar el caso en el limbo para no investigar profundamente la presunta mafia extorsionadora que operaba en la OISOE y provocó el suicidio del arquitecto David Rodríguez García.

Rechaza todo. Al ser interrogado por la procuradora Anticorrupción, Laura Guerrero Pelletier, Pimentel Kareh aseguró que el incremento en los presupuestos de obras escolares se hacía siempre en consenso y coordinación con los ministerios de Educación, de Obras Públicas y de Hacienda; la Contraloría, la Tesorería, y la Dirección de Contrataciones Públicas.Rechazó que en la Dirección Técnica, a cargo de Florencio Estévez, se retuvieran cubicaciones para obligar a los contratistas a firmar certificaciones de descargo, a cambio de solicitar sus pagos al Ministerio de Educación. “Nunca se ejerció presión a los ingenieros ni tampoco se intervinieron obras, que fuera de mi conocimiento”, dijo.

Asimismo, dijo desconocer la entrega de partidas presupuestarias destinadas a jardinerías, electricidad y movimiento de tierra a directivos y coordinadores de la Oisoe, especialmente al Departamento de Edificaciones Escolares que dirigía Florencio Estévez.

En cuanto a que los préstamos y cesiones de créditos a los contratistas eran avalados en el Departamento dirigido por Florencio Estévez, también lo negó. “No, allá no se avalaban préstamos, eso era una situación particular de los contratistas, que no tenía nada que ver con la OISOE”, afirmó.Rechazó que ejerciera algún tipo de influencia como director de la OISOE para que se le asignaran obras a amigos o relacionados.

¿No conoce a nadie? Pimentel Kareh afirmó que no conoce a nadie de los que intervienen en las obras escolares asignadas a la Oisoey que han sido interrogados.

No conoce a Juan Ernesto Romero Pérez, Juan Reyes, José de Jesús Contreras, ni a Darío George Sarit, citados por sus nombres, dijo no recordar si conocer a Rafael Valera, Carlos Zapata, Ramón Amparo, Marcos Díaz, Bienvenido Languasco y a Jaime Medina.

Sus vínculos. Eran con Ferdinando Lamarche, quien es parte del consorcio que ganó la construcción del hospital Darío Contreras; Ricardo Rodríguez Sánchez, presidente de Proyecciones Luxor, que también trabajó en el hospital; y con José Marrero Rizek, que trabajó la escuela en Boca Chica y tiene una financiera.

Florencio Estévez. Sus respuestas son casi un calco de las de Pimentel Kareh, ya que las preguntas fueron prácticamente las mismas.

Excepto las personas que el exdirector de la Oisoe dijo no conocer, casi todas son conocidas de Florencio Estévez. Dijo estar “extrañado con toda esta situación que he visto en la prensa”, ya que nunca recibió una queja relacionada con el tema, ni verbal ni escrita.

Florencio Estévez afirmó que no tiene conocimiento de que desde el Departamento de Edificaciones Escolares se avalaran préstamos y cesiones de créditos, ni tampoco acerca de que ningún contratista tenga que entregarle partidas de las obras, y que él tampoco lo autorizó; y rechazó, entre otras cosas, que desde la Dirección Técnica se intervinieran obras ni se archivaran cubicaciones.

Solo tres detenidos. De las casi 20 personas interrogadas sobre el caso, solo guardan prisión preventiva el exencargado de Edificaciones Escolares, Alejandro de los Santos; Yoel Soriano Fabián, excoordinador provincial, y Julio Pérez Alejo o “El hombre del maletín”.

De acuerdo con los interrogatorios que han salido a la luz pública, los mayores detalles sobre la forma en que operaba la supuesta mafia extorsionadora los ha dado Pérez Alejo. Según su testimonio, las “cesiones de crédito” a los contratistas se hacían con dinero facilitado por Florencio Estévez a través del Encargado de Edificaciones Escolares, Alejandro de los Santos. Indicó que si Florencio no tenía dinero, “llamaba a una de las financieras prestamistas”, la cual le entregaba el dinero a De los Santos en efectivo o cheque.

“Cuando el Presidente de la República quería la terminación de la escuela y no estaba lista, Alejandro verificaba lo que faltaba, cotizaban en ferreterías y otros centros comerciales, entonces, a los ingenieros que no tenían recursos para completar la terminación de la escuela, él se lo facilitaba cuando su jefe inmediato (Florencio Estévez) le daba el dinero, y al final, cuando se terminaba todo, se hacía una sesión de crédito”.