Tres investigadoras que han laborado para la Oficina de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) afirmaron que las destituciones de Miguel Ceara Hatton y Pavel Isa de esa entidad son el resultado de un proceso de acoso al que fue sometido el equipo de trabajo en un intento de cercenar los derechos ciudadanos con argumentos amparados en normativas que no existen.
Olaya Dotel, Tahira Vargas y Ana Féliz, consideraron además que la destitución de ambos constituye un mal precedente para la independencia de la investigación social.
Dotel detalló que a los consultores se les estaba exigiendo una auditoría de las actividades que hacían paralelas a sus responsabilidades en la ODH, lo cual no era parte de los acuerdos contractuales.
Dijo que lo único que no podían hacer era realizar investigaciones en otras entidades, por lo que esa auditoría, implicaba coartar sus derechos ciudadanos.
Dotel calificó de autoritaria y de celos profesionales ciertas actitudes tomadas por la representante residente del Sistema de gerencia de las Naciones Unidas, Valeire Julliand, quien no ha dado su versión de los hechos, pese a intentos de HOY de hablar con ella.
Al defender la ética y rigurosidad académica mostrada por Isa, Ceara y Rosa Cañete en la dirección de los trabajos de investigación que han realizado, Vargas, Dotel y Féliz dijeron que no renovarían sus contratos.
Mientras que para hoy, a las 12:30 de la tarde, un grupo de organizaciones tiene un encuentro en el restaurante Sherezade para expresar su solidaridad con los investigadores.