A diferencia de los dóciles perros, los gatos conservan un cierto aire salvaje que hace que muchos les amen y que otros les odien. Algunos de ellos tampoco parecen querer demasiado a sus amos.
Lo cierto es que de acuerdo a un estudio de varios investigadores de la Universidad del Estado de Oregón y de Monmouth, (Estados Unidos) se ha comprobado recientemente que los gatos no son como parecen (a veces huraños, independientes y salvajes).
Según revela, en realidad, lo que ocurre es que no entendemos sus motivaciones, y por eso los estudios que se han hecho para analizar si son sociables o no han fracasado.
“Aún sigue siendo una creencia común que los gatos no son especialmente sociables o entrenables. Esto puede ocurrir, en parte, porque falta el conocimiento de cuáles son los estímulos que los gatos prefieren, y por lo tanto, qué es lo que más les motiva a trabajar”, explicaron los investigadores del estudio.