POR ANSELMO SILVERIO
NAVARRETE.- La comisión que investiga la ejecución a tiros de siete jóvenes cometida la madrugada del pasado lunes en este municipio dice tener pistas seguras que le permitirían dar con los autores de esta matanza que ha consternado y mantiene aterrorizada a la sociedad en este municipio.

El general Bernardo Santiago, quien encabeza la comisión investigadora, dijo que continúan los interrogatorios a ocho personas detenidas, una de las cuales ha dado información concreta que facilitaría la captura de los autores del asesinato múltiple.

Mientras tanto Petronila Rosario, madre de Juan Ignacio Hernández Rosario y Argelis Rafael Domínguez, hermano de Dionisio Tavárez Jáquez, insisten en que el caso no está ligado al narcotráfico y afirman que el domingo en la noche, horas antes de la tragedia, el barrio Hermanas Mirabal fue ocupado por policías con armas largas.

«Eso estaba rodeado de policías desde antenoche. Qué buscaban… qué buscaban en la casa en construcción donde fue muerto mi hijo, entonces ellos saben algo y yo espero que ese crimen no se quede impune», dijo Petronila.

El general Santiago y Santiago dijo a este diario que entre los ocho detenidos hay uno que está dando informaciones muy concretas que puedan conducir hacia los responsables del crimen ejecutado en la calle Francisco Toribio del barrio Hermanas Mirabal de este poblado.

En el curso de las investigaciones siguieron las visitas domiciliarias en las que fueron detenidas otras personas que eran también interrogadas por oficiales que integran la comisión investigadora.

Se sospecha que uno de los detenidos estaría relacionado con el crimen, pero el general Santiago Santiago dijo que no puede adelantar nada para no entorpecer la investigación, aunque insistió en que uno de los ocho detenidos ofreció informaciones muy concretas que podrían ayudar a la captura de los culpables.

El general Santiago Santiago es asistido por el general Tomás Holguín de la Paz, jefe del comando Central Cibao de la Policía.

FUNERALES

Cinco de los jóvenes acribillados a tiros fueron sepultados la noche del pasado lunes por su avanzado estado de descomposición, mientras que Juan Ignacio Hernández Rosario (El Químico) y Miguel Beato fueron enterrados ayer.

El Químico fue sepultado mientras una «disco light» repetía una y otra vez la canción de protesta «Francisco Alberto, Caramba».

El pueblo se adhirió al luto que embarga a los familiares de los siete jóvenes y muchos dudan que se trate de un asunto de drogas, pero otros creen que hay posibilidad de que sea, tal y como asegura la policía, ya que en la vivienda en construcción donde fueron ejecutados operaba un punto de ventas de drogas.