Investigan crecimiento de los lagos Enriquillo y Azuei

Investigan crecimiento de los lagos Enriquillo y Azuei

(Y 2)
BOCA DE CACHÓN, República Dominicana
(AP).
  Los investigadores del fenómeno han planteado varios factores para el crecimiento de Enriquillo y Azuei, dos lagos que contienen agua salada debido a que la región baja fue alguna vez parte del océano.    Los científicos han especulado que, en la parte haitiana, la deforestación masiva ha provocado que el sedimento ocupe espacio del lago al tiempo que la basura obstruye los canales que lo drenarían.

Los lagos en ambas naciones también podrían estar creciendo debido a que las lluvias de los últimos años han sido más abundantes que el volumen promedio.    Bolívar Ledesma, de la Oficina Nacional de Meteorología de República Dominicana, explicó que en la última década “han ocurrido mucho años lluviosos por encima de lo normal”.

Según estadísticas de esa institución, sólo en 2007 las precipitaciones en la zona del lago Enriquillo fueron 48% mayores al promedio anual de 726 milímetros (28,5 pulgadas).    Además, dijo Perera, el terremoto de enero de 2010 en Haití pudo haber modificado las fallas tectónicas bajo ambos lagos y de alguna manera alterado la hidrología en la zona, aunque el nivel del agua comenzó a aumentar antes del sismo.    “Dos o tres días después del sismo hubo fuentes de agua por todas partes en Thomazeau”, afirmó en referencia a una localidad lacustre en el extremo norte de Azuei que visitó después del temblor. “Hasta en las salas de estar”.   

El lago Azuei se ha expandido a un ritmo de unos 90 centímetros (tres pies) anuales en los últimos 10 años, y ha alcanzado 134 kilómetros cuadrados (52 millas cuadradas), según las imágenes de satélite tomadas en el estudio del City College de Nueva York.

Esto sucedió al principio en la parte haitiana, pero se extiende por la frontera en uno o dos kilómetros (de 0,60 a 1,2 millas), e incluso ha cubierto una aduana dominicana con aguas salobres.    De manera similar, la ribera de Enriquillo se ha extendido en unos 90 centímetros (tres pies) por año en la última década, y alcanzado los 331 kilómetros cuadrados (128 millas cuadradas), el doble de su tamaño en 2004.    Muchos creen que los dos lagos pronto se unirán con el aumento en el nivel del agua. Por ahora, están separados por un camino que se anega con frecuencia con lluvias fuertes.   

Al igual que el Enriquillo, el Azuei está rodeado por casas de bloque de hormigón, e incluso por un edificio turístico de dos pisos. Esta y otras estructuras están parcial o totalmente sumergidas.    Pese a la inquietud natural, los dos gobiernos han hecho poco por contener el aumento de las aguas o por ayudar a las familias desplazadas. Y se desconoce de inmediato qué planes tienen para el largo plazo.    Las dos partes estudian el fenómeno y pidieron a las Naciones Unidas la aplicación de un programa de 2,5 millones de dólares que ha permitido plantar miles de árboles frutales en la frontera.    “Los gobiernos necesitan ser serios en este asunto”, dijo Jorge González, profesor de ingeniería mecánica en el City College de Nueva York y principal autor del estudio efectuado en julio.   

Las autoridades dominicanas han estado enviado alimento semanalmente a los poblados más pobres en el lago. También han reconstruido canales que fueron dañados en las temporadas de lluvias de 2007 y 2008. El Ministerio de Agricultura ha anunciado planes para reubicar a 500 familias y darles nuevas tierras, pero el proyecto no se ha concretado.    El gobierno haitiano, por su parte, ha colocado grava para elevar el camino que lleva al cruce de la frontera sur. El primer ministro Laurent Lamothe visitó el área recientemente.   

El nuevo ministro de ambiente, Jean-Vilmond Hilaire, dijo que las autoridades haitianas y dominicanas estaban tratando primero de comprender la situación para luego armar un plan.    Mientras, el aumento en el nivel del agua sólo ha empeorado los problemas ambientales en la región. Haití cuenta ya con únicamente el 2% de sus bosques, debido a la deforestación para hacer carbón. En la República Dominicana, la deforestación afecta a más de 20% del país.    Aunado a esto, la falta de un sistema sanitario adecuado agravó la epidemia de cólera que apareció en Haití el año del terremoto y luego cruzó la frontera.   

Bautista pasó tres meses fuera de su casa por los daños del huracán Noel en 2007. Cuando regresó a Boca de Cachón se encontró con su casa cubierta por el agua y saqueada. Ahora lamenta el poco apoyo que recibe del gobierno y la necesidad que tuvo de alojarse en un hotel para parejas llamado El Encuentro.    “Yo tengo hijos y tengo que trabajar porque no me voy a robar lo ajeno”, dijo Bautista en medio de un camino de dos carriles sumido por las aguas. “Yo los tengo que mantener de mi sudor”.

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Se planea reubicar 500 familias

Las autoridades dominicanas han estado enviado alimento semanalmente a los poblados más pobres en el lago. También han reconstruido canales que fueron dañados en las temporadas de lluvias de 2007 y 2008. El Ministerio de Agricultura dominicano ha anunciado planes para reubicar a 500 familias y darles nuevas tierras, pero el proyecto no se ha concretado.

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