Investigan el mayor programa humanitario
de Naciones Unidas

Investigan el mayor programa humanitario <BR data-src=https://hoy.com.do/wp-content/uploads/2005/02/5B3AFD63-03EA-4278-82DF-474B6C0CBDEA.jpeg?x22434 decoding=async data-eio-rwidth=298 data-eio-rheight=390><noscript><img
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NUEVA YORK (AFP).- El ex-director de «Petróleo por alimentos» de la ONU, Benon Sevan, fue acusado este jueves de recibir pagos extraordinarios cuando estuvo al frente del programa y de pedir a Bagdad que diera petróleo a una determinada compañía, minando así la integridad de la organización.

   Esta es una de las principales conclusiones del informe preliminar de 219 páginas realizado por una comisión independiente creada por el secretario general de la ONU, Kofi Annan, para investigar las irregularidades cometidas en el marco del que fue el mayor programa humanitario de la ONU.

   Sevan incurrió en un conflicto de intereses al pedir a Bagdad petróleo para la compañía AMEP (African Middle East Petroleum), registrada en Panamá, y, paralelamente -aunque la comisión no establece vínculos entre ambas cosas-, recibió cantidades extraordinarias de dinero que atribuyó a la bondad de una tía suya.

   El dinero que Sevan recibió de su tía -una modesta pensionista que según reveló el diario Financial Times murió en junio de 2004 tras caer por el hueco de un ascensor- ascendió a 160.000 dólares.

   Sevan, de nacionalidad chipriota, «conctactó con responsables iraquíes y sugirió la asignación de cuotas de petróleo para una compañía llamada AMEP», dijo Volcker en conferencia de prensa, precisando que existe constancia «en Irak de que tal demanda sería honrada» y de que hubo «demandas posteriores».

   «Los responsables iraquíes concedieron tales asignaciones (de petróleo) con el fin de obtener el apoyo de Sevan en varios temas, particularmente a su deseo de obtener fondos para reparar la infraestructura petrolera de Irak», afirma el documento.

   Los beneficios obtenidos por AMEP de la venta de los 7,3 millones de barriles de crudo obtenidos gracias a la asistencia de Sevan ascendieron a 1,5 millones de dólares.

   Los dirigentes iraquíes «ciertamente pensaron que estaban comprando influencias», aseguró Volcker.

    «Al realizar esas solicitudes Sevan creó una situación de grave conflicto de intereses durante un largo período. Su conducta fue inapropiada y dañó seriamente la integridad de Naciones Unidas», agrega el texto de la comisión presidida por Paul Volcker, ex titular de la reserva federal de Estados Unidos.

   La comisión Volcker fue creada el año pasado por el secretario general de la ONU, Kofi Annan, para investigar el programa que se ha convertido en un foco de escándalos.

   El programa, que funcionó entre 1996 y 2003 con la intención de aliviar el impacto sobre los iraquíes del embargo internacional impuesto al régimen de Saddam Hussein, permitía a Bagdad vender petróleo para comprar bienes de primera necesidad y movió unos 64.000 millones de dólares.

   Sevan dirigió el programa desde octubre de 1997 hasta su término, unos meses después de la invasión norteamericana.

   Desde que estalló el escándalo, algunas revelaciones han salpicado directamente a Annan.

   Concretamente, su hijo Kojo trabajó en la época para una sociedad de servicios suiza, Cotecna, que se benefició de un contrato de «Petróleo por alimentos».

   La empresa negó que el hijo de Annan hubiera tenido nada que ver con la atribución del contrat y la comisión se limitó a señalar «que las cuestiones referentes a un posible conflicto de intereses del secretario general (…) serán tratadas en un informe posterior».

   La comisión criticó asimismo el proceso de selección de varios contratistas involucrados en el programa.

   «Hay evidencias incontestables de que el proceso de selección de cada uno de los tres contratistas de Naciones Unidas seleccionados en 1996 (Banque National de Paris, Saybolt Eastern Hemisphere BV, y Lloyd»»s Register Inspection Limited) no se ajustó a las reglas» de las licitaciones de contratos, sostiene.

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