Miami, (EFE).- Las autoridades de EE.UU. investigan las causas de las fuertes turbulencias que sufrió hoy un avión de la compañía Continental Airlines que dejó 26 heridos, cuatro de ellos con fuertes contusiones, y obligó al aparato a hacer un aterrizaje de emergencia en Miami.
Kathleen Bergen, portavoz de la Administración Federal de Aviación (FAA, por su sigla en inglés) de EE.UU., señaló que la turbulencia sacudió esta madrugada al avión entre Puerto Rico y la isla Gran Turco, al norte de la República Dominicana.
El vuelo 128 de Continental Airlines volaba con 179 pasajeros abordo, procedente de Río de Janeiro (Brasil) y con destino a Houston (EE.UU.), cuando atravesó esta madrugada una turbulencia a unos ochenta kilómetros al norte de la República Dominicana.
Como consecuencia del repentino y brusco cambio de altitud, 26 personas resultaron heridas, de las que catorce tuvieron que ser ingresadas en hospitales, cuatro de éstas en «condición seria, pero no crítica», dijo a Efe Alejandra Castro Nuñez, portavoz del departamento de bomberos del condado de Miami-Dade (Florida).
Tras pasar la turbulencia, el capitán del avión se puso en contacto con la torre de control del aeropuerto internacional de Miami y solicitó pista para aterrizar, operación que realizó a las 9.30 GMT.
Bergen indicó que no era conveniente establecer «paralelos y conclusiones» a partir de otros casos y dijo que estaban investigando las causas de la turbulencia.
La mayor parte de los ingresados en diferentes centros médicos de la ciudad sufren «dolor de cuello y de espalda», y algunos de los afectados decidieron que se les practicaran pruebas médicas debido a que presentaban alguna cardiopatía previa al accidente, indico Castro.
En declaraciones a la cadena de televisión FOX, uno de los pasajeros explicó que nunca había tenido una experiencia parecida durante años volando y que la turbulencia duró apenas unos diez segundos, pero sacudió a todos de abajo hacia arriba.
Comentó que todo sucedió tan rápido que muchos pasajeros apenas tuvieron tiempo de abrocharse el cinturón de seguridad cuando se encendieron las luces de emergencia. EFE