INVI impulsa política oficial de viviendas

<P>INVI impulsa política oficial de viviendas</P>

El Instituto Nacional de la Vivienda ha construido en los últimos seis años  8,896 unidades habitacionales en 59 proyectos, ha levantado 95,357 casas y ha cambiado los pisos de tierra a cemento a  45,689 viviendas. En estos trabajos se han invertido casi seis mil millones de pesos, dijo ayer su directora,  arquitecta Alma Fernández.

Un monto de RD$5,913,551,926 ha invertido el Instituto Nacional de la Vivienda (INVI), de 2004 a 2010, en la construcción de 8,896 unidades habitacionales en 59 proyectos, en la reconstrucción de 95,357 casas, y en el  cambio de pisos de tierra por cemento a 45,689 viviendas.

La información la ofreció la arquitecta Alma Fernández, directora de la entidad, quien expresó que el promedio anual de viviendas construidas, en el citado período, es de 1,779.

De las viviendas construidas, 2,500 se destinaron a los damnificados de las tormentas Noel y Olga, fenómenos que provocaron grandes daños en el país en 2007.

Entre esos proyectos citó los levantados en La Herradura, Santiago, para beneficio de 510 familias, y en San Cristóbal, donde se construyeron 436.

 La funcionaria, que ofreció las declaraciones en el Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, dijo que la entidad ejecuta también varios programas para beneficio de los sectores de menos recursos, entre los que se destacan  el Fondo de Compensación de Viviendas de Bajo Costo.

Mediante ese plan hay 10 proyectos evaluados y aprobados por el INVI, y 1,971 viviendas nuevas construidas por el sector privado y a las cuales se les aplicarán subsidios.

Ese fondo, creado el 19 de agosto de 2009, se inició con un monto de RD$200 millones.

Fernández explicó además que con el programa de subsidio habitacional el Estado financia casas a familias de ingresos bajos-medios, que puedan completar con sus ahorros la adquisición de las unidades.

Mediante los Bonos de Tierra, que son un subsidio en terreno aportado por el Estado,  se entregaron 309 bonos para ayudar a las familias que compraron casas de bajo costo. El monto de ese subsidio ascendió a RD$37 millones.

Pero esos planes no terminan con la entrega de las soluciones habitacionales, de acuerdo con las explicaciones de Fernández, pues el INVI le da seguimiento para evitar que los adquirientes vendan las viviendas a terceros.

En el aspecto de la futura convivencia, se dan talleres para enseñarles a vivir armoniosamente, y se les informa que no pueden instalar ni bancas de apuestas ni negocios que generen desorden.

Las deudas.  Al llegar al INVI Fernández encontró la cartera hipotecaria en deuda de RD$1,300 millones, “pero la reducimos a  RD$300 millones porque nosotros vamos a cobrar casa por casa cuando el propietario no lo hace directamente a nuestras oficinas.

“Por esa vía hemos cobrado, en un año, hasta RD$700 millones”, destacó.

Al referirse a la cartera hipotecaria del período 2004-2010 dijo que asciende a RD$1,200 millones, y que la tasa de morosidad asciende a un  40%.

 Paradojas de la gente.  La funcionaria relató que en la cotidianidad de la asistencia social se encuentra con gente que abusa del Gobierno, pues siempre espera que se les solucionen todos sus problemas.

 En ese sentido dijo que en un proyecto levantado en Matancitas, Baní, había 169 viviendas y al final del mismo los beneficiarios sumaron más de 200.

Entre las paradojas que ha tenido que constatar citó el caso de una señora que, luego de habérsele conseguido su vivienda dijo que no la quería porque  no le cabían los muebles.

“Mucha gente quiere que se lo den todo, y piden cosas que no estamos en la capacidad de dar”, refirió.

Las claves

1.  Proyecto en El Carrizal

El INVI levanta un proyecto habitacional en El Carrizal, en Azua. Casi está terminado, pero Fernández explicó que hasta tanto los adquirientes no hagan los pagos correspondientes no será entregado.

2.  Las iglesias 

La entidad trabaja con la iglesia católica y las evangélicas en el proceso de entrega de viviendas, sobre todo cuando se trata de beneficiar a familias damnificadas y otras cuyas condiciones económicas son muy precarias.

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