La Confederación Dominicana de Unidad Evangélica (CODUE) hizo ayer un llamado por la paz y de unidad a los dominicanos y planteó que ante lo grandes retos del país el Drama de la Cruz debería impulsarnos a superar las calumnias, disgustos, problemas económicos, políticos y familiares.

El reverendo Reynaldo Franco Aquino dijo que tenemos la necesidad de entender que todos los contratiempos que se nos presentan servirán para identificarnos con el sufrimiento del Señor, sin olvidar el perdón, la paciencia, la comprensión y la generosidad para nuestros semejantes.

El CODUE invitó a los dominicanos al recogimiento interior, a hacer un alto en sus labores cotidianas para contemplar el Drama de la Cruz con un corazón dispuesto a volver a Dios, con el ánimo de sentir un verdadero dolor por nuestros pecados y el sincero propósito de enmendar nuestra conducta.

En una Carta Pastoral como motivo de Semana Santa los reverendos Franco Aquino y César Vargas Corporán plantean que la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo adquiere en la República Dominicana un sentido nuevo, profundo y trascendente que nos llevará en un futuro a concretar propósitos para vivir como verdaderos cristianos en una nación que respete a Dios, donde cada dominicana y dominicana ame a su prójimo.

«La resurrección abre las puertas a la esperanza. El triunfo del Señor sobre la muerte es la victoria definitiva sobre el pecado. El Drama de la Cruz debería impulsarnos a superar las calumnias, disgustos, problemas económicos y familiares y a entender que todos los contratiempos que se nos presentan servirán para identificarnos con el sufrimiento del Señor, sin olvidar el perdón, la paciencia, la comprensión y la generosidad para nuestros semejantes», expresó.

Plantearon que la muerte de Cristo nos invita a luchar por alejar de nuestra alma el egoísmo, la soberbia y la avaricia, a la vez que a revivir la reconciliación entre todos los dominicanos.

Para la comunidad evangélica la Semana Santa no es simplemente el recuerdo de hechos históricos, sino la contemplación del amor de Dios que permite el sacrificio de su Hijo, la esperanza de ver a Cristo que vuelve a la vida y el júbilo de su Resurrección es lo que nos llena de optimismo para seguir luchando.

Plantearon que el sacrificio de Cristo le propone al país, frente a los desafíos del proceso electoral, una nueva alianza de paz. “Fuimos creados para el bien, la verdad, la vida, la felicidad. Ese es el proyecto de Dios, el cual invita a todos los políticos, empresarios, religiosos y a todos los que ejercen influencia social a trabajar en él”, expresaron.

Dijeron que el pueblo dominicano debe asimilar el mensaje de que la falsedad, la traición, la ingratitud, la injusticia, la violencia y el odio nos colocan del lado de aquellos que, tras un manipulado juicio religioso y político, gritaron y ejecutaron la crucifixión de nuestro Señor.

“Los evangélicos dominicanos, con absoluta convicción, proclamamos un mensaje de paz y unidad en esta hora de grandes retos económicos, sociales y políticos que tiene de frente nuestra nación”, expresaron.

Aseguraron que nunca el mal, la falsedad, la desunión, la infidelidad, la injusticia, la corrupción, los abusos, las palabras ofensivas tendrán poder sobre el bien. Estamos convencidos de que nuestra convivencia está sostenida por hombres y mujeres laboriosos, por la comunidad de fe, por trabajadores y profesionales que se esfuerzan por hacer su labor apoyándose en grandes valores y buscando el bienestar de la sociedad.

«El Señor Jesucristo sigue siendo el modelo para la nueva generación de líderes porque no se desvió de su camino ni se apartó de su misión. Selló su vida amándonos hasta el extremo de entregarla y selló su obra reconciliando a la humanidad con Dios», afirmó el CODUE en su pastoral.