CARACAS (EFE).- El gobierno de Venezuela convocó a más de 400 intelectuales y artistas del mundo a un encuentro que buscará «trazar estrategias de resistencia a los intentos de hegemonía mundial que pongan acento en la independencia de los pueblos». El «Encuentro Mundial de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad» se celebrará entre el 2 y 7 de diciembre en Caracas, organizado por el Ministerio de Estado para la Cultura y el Consejo Nacional de la Cultura, dijo hoy el titular de ambos organismos, Francisco Sesto.

   «Más de 230 invitados ya han confirmado su participación», entre ellos el argentino Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz; y el portugués José Saramago, Premio Nobel de Literatura, dijo Sesto en rueda de prensa.

   Se gestiona la presencia del escritor y cineasta estadounidense Michael Moore, ganador de un Oscar en 2002 y de la Palma de Oro de Cannes en 2004 por sus filmes «Bowling for Columbine» y «Fahrenheit 9/11», respectivamente, informaron portavoces de la organización.

   Moore es un confeso opositor del gobierno del presidente de EEUU, George W. Bush.

   Por España han sido invitados los dramaturgos Alfonso Sastre y Juan Hormigón; el novelista Andrés Sorel y los periodistas Ramón Chao, Genoveva Forest e Irene Amador, de la alianza de Intelectuales Antiimperialistas, entre otros.

   Sesto aseguró que la selección de los convocados no se definió por su afinidad ideológica con la «revolución bolivariana», como el presidente venezolano, Hugo Chávez, llama al proceso generalizado de cambios que desarrolla su gobierno izquierdista.

   «Hemos invitados a los que están interesados en la defensa a la humanidad, creemos que tienen ese estado de consciencia», dijo Sesto, y aseguró que «en lo personal no me atrevería a pedirle apoyo irrestricto» al proceso liderado por Chávez a los participantes en el encuentro mundial.

   Lo que sí hará el Gobierno venezolano es «acercar a los invitados a la realidad del país» con la presentación de las llamadas «misiones» o planes sociales gubernamentales en materia de salud, educación y preparación para el trabajo.

   «Queremos transmitir la revolución, mostrar sus características, virtudes, y, por qué no, sus defectos, y también sus resultados», afirmó el ministro.

   «Crisis económica y neoliberalismo»; «Hegemonismo, defensa de la diversidad y de la identidad nacional de los marginados»; «Estado, poder político y globalización», y «Ecología, ambiente y recursos naturales», son algunos de los temas que se analizarán en trece mesas de trabajo, precisó el ministro.

   El gobierno de Chávez aspira que de la reunión «salga un primer intento de organización de esos intelectuales, que son autónomos e independientes, pero están interesados en salvar a la humanidad», afirmó Sesto.

   Negó que Venezuela pretenda ser la sede del eventual movimiento mundial de intelectuales, porque «no tenemos un plan preconcebido», y dejó en manos de los participantes «la decisión de si es interesante articularse en redes mundiales, regionales o nacionales».

   La cita, que cuenta con un presupuesto de 6.000 millones de bolívares (3,12 millones de dólares), «no va a arrojar demasiado en los pocos días» de deliberaciones, reconoció Sesto, al reiterar que «se trata de un intercambio de ideas» del que quedará «registro documental y audiovisual».

   El programa del Encuentro Mundial incluye la participación de Chávez en un pleno de mesas el 4 de diciembre, así como foros, charlas y conferencias de los invitados locales y extranjeros en todo el país entre el 6 y 7 de diciembre.