La inseguridad, el desempleo, la basura y las precariedades en casi todos los servicios básicos caracterizan al sector Invivienda, en Santo Domingo Este, proyecto iniciado en 1983 y que no ha podido superar esos problemas de origen.
Con una población superior a los 30 mil habitantes, Invivivienda es golpeada sistemáticamente por la delincuencia que se expresa básicamente en atracos, asaltos a mano armada contra quienes salen y entran al lugar, en establecimientos comerciales y en residencias.
Marilyn Núñez, encargada del colmado 809, en la intersección de la avenida Simón Orozco y Gregorio Estrella, narra que más de una vez han intentado asaltarla, pero no ha sido posible por la intervención urgente de vecinos.
Señala que hasta hace alrededor de un año cerraban el establecimiento hasta la 12:00 de la noche, pero que de ese tiempo a la fecha cierran entre 8:00 y 9:00 p.m. para evitar asaltos.
La intersección de la Pedro Bonilla con Enriquillo, donde es constante un vertedero de basura, también es azotada por los ladrones, que en la mañana acechan a quienes salen a trabajar para atracarlos, dice Damaris Féliz.
Fernando Díaz, quien se la busca en el motoconcho, deplora el estado de inseguridad en que ejercen esa labor, ya que con frecuencia son asaltados por los delincuentes. Algunos han pagado hasta con su vida.
Señaló que anteayer un compañero suyo montó a una pasajera en la avenida Presidente Antonio Guzmán, pero al regreso fue alcanzado por dos hombres en una motocicleta 115 y lo despojaron de su moto, con la que se ganaba la vida.
Vertederos. Uranio Peña, quien habita en un apartamento de la calle Pedro Bonilla esquina Profesor Manuel del Cabral, dice que la delincuencia se ha convertido en el principal cáncer de esa comunidad. Lo atribuye a personas que llegan desde otros lugares en busca de refugio.
En esa misma intersección hay un vertedero que define como Duquesa parte dos, porque es constante y no hay forma de erradicarlo.
Denunció que debido al basurero, los ratones y otras alimañas penetran a los apartamentos, mientras niños y ancianos viven constantemente enfermos por el hedor y la insalubridad.
La clave
Sin agua
Ramón Lenderbor, propietario de la tienda de animales Paraiso Det Shop, próximo a la entrada del sector, dijo que la escasez de agua es la mayor dificultad para quienes habitan en el sector, sobre todo, de un mes hacia la fecha. Malta Jiménez, de la calle Gregorio Estrella, expresó que las amas de casa pasan las de Caín cuando les toca limpiar y lavar.