Involución del PLD

Involución del PLD

Recordar y comparar los orígenes del Partido de la Liberación Dominicana con lo que uno ve hoy, realmente causa una descomunal sorpresa e indignación.

Fue la organización fundada por un gran intelectual, hombre de letras, pensador profundo y, sobre todo, de carácter sano, limpio, puro y de amor al pueblo.

Del profesor Juan Bosch salieron dos de los partidos más importantes de República Dominicana.
Pero abandonó el Partido Revolucionario Dominicano, con todo y salir de su ingenio, por descarrilarse de lo que era su visión y carácter.

Creyó que el PLD sería lo contrario y respondería a sus anhelos.
Con sus discursos y trabajos, Bosch era inspiración para el pueblo, en tiempo de dictadura y de abusos en el poder.

Y en principio sus seguidores daban muestra de ser hombres sencillos y de buenas intenciones.
Saliendo del corazón de las barriadas y de los sectores pobres, uno se los encontraba en las calles calientes con el Vanguardia del Pueblo, la estrella y el humilde atuendo morado.

Con el discurso moralista, parecían militantes de congregaciones religiosas ortodoxas.
Sin embargo, transformados su carácter y condición económica, hoy los peledeístas muestran una imagen totalmente distinta.

Los hombres que ayer andaban a pie, viviendo en casas y tugurios rentados, debiendo en pulperías y vistiendo sin marcas, hoy son dueños de fortunas inmensas.

Además, el manejo del poder los ha tornado petulantes, orgullosos, horondos, desafiantes y discriminadores.

Ante un pueblo conformado por gentes sin futuro, que se parten los pescuezos chiripiando para conseguir el pan cotidiano a la familia y sufriendo la ineficiencia de un Estado carente de medicina, educación, energía eléctrica, salubridad, plan de retiro y vivienda, cuidado a ancianos, discapacitados, huérfanos y pobres, ellos son una clase aparte, cerrada y abusivamente privilegiada.

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