CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El escándalo de los sobornos de la constructora brasileña Odebrecht en México ha salpicado al expresidente Enrique Peña Nieto.
Emilio Lozoya, exdirector de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (PEMEX) y acusado él mismo de recibir sobornos millonarios de Odebrecht, denunció el martes ante las autoridades que el expresidente y quien fuera su secretario de Hacienda, Luis Videgaray, le pidieron recibir el dinero y utilizarlo para hacer pagos durante su campaña presidencial.
El fiscal general de México, Alejandro Gertz Manero, informó en un mensaje videograbado que el exdirectivo de la petrolera mexicana presentó una denuncia en la que narró las supuestas órdenes del exmandatario y Videgaray.
Según lo denunciado por Lozoya, dijo Gertz, una vez que ganó la presidencia y entró al poder en 2012, tanto Peña Nieto como Videgaray le ordenaron también hacer pagos millonarios a legisladores con el propósito de garantizar la aprobación en el Congreso de una serie de reformas al principio de su gobierno.
Ni el exmandatario ni Videgaray se han pronunciado sobre los señalamientos. Peña Nieto gobernó el país entre 2012 y 2018.
El fiscal refirió que como pruebas presentó a cuatro testigos, recibos y un video, por lo que la dependencia abrió una investigación.
Dijo que revisarán lo presentado y en su caso podrían citar a declarar a las personas involucradas.
Según Gertz, Lozoya denunció que recibió varios millones de pesos de la empresa constructora brasileña Odebrecht y le dieron la orden de que más de 100 millones de pesos (más de 4,4 millones de dólares al tipo de cambio actual) se usaran para pagos a asesores electorales extranjeros que colaboraron con la campaña.
“El que después fue presidente y su secretario de Hacienda son las personas que este individuo, que está presentando la denuncia, señala que fueron los que le ordenaron que ese dinero fuera entregado“, refirió Gertz.
Ya en el gobierno, aseguró, le ordenaron pagar al menos 120 millones de pesos (más de 5,3 millones de dólares al tipo de cambio actual) a un diputado y cinco senadores para que se garantizara el apoyo legislativo a varias reformas entre 2013 y 2014.
Lozoya fue detenido en España y extraditado recientemente a México, donde se convirtió en el primer ex alto funcionario en quedar sujeto a un proceso penal por presuntamente recibir sobornos millonarios de la constructora brasileña Odebrecht, que está envuelta en una serie de escándalos similares en varios países latinoamericanos.
El exdirectivo, sin embargo, no pisará la cárcel porque colaborará con la justicia. José Antonio Crespo, analista del Centro de Investigación y Docencia Económicas, consideró que detrás del anuncio del fiscal se ve una motivación política, porque se prefiere dar la información a la prensa y no reservarla para la investigación.
Sin embargo, no duda de que sean reales los señalamientos. Agregó que si se prueban, las autoridades deberían ir contra todos los involucrados.
“Si queda todo en un uso político-mediático, no va a servir para nada”, comentó.
De prosperar el caso, sería un importante logró para el gobierno del mandatario Andrés Manuel López Obrador, quien recibió la Presidencia de manos de Peña Nieto y llegó al poder con la promesa de erradicar la corrupción en el país.
Sin embargo, López Obrador también ha sido cuidadoso y ha dicho que no busca revanchas con expresidentes y en varias ocasiones ha afirmado que antes de perseguir a uno de ellos lo sometería a una consulta pública.