Irak anuncia medidas contra violencia

Irak anuncia medidas contra violencia

BAGDAD (EFE).- El jefe del Cuerpo de Defensa Civil iraquí, general Muzer al Rachardi, anunció ayer la aplicación de un plan de seguridad que divide Bagdad en ocho zonas para controlar mejor los ataques de la insurgencia y garantizar la defensa de los ciudadanos.
   Rachardi hizo el anuncio en una comparecencia conjunta con el presidente iraquí, Gazi al Yauar, y el ministro Defensas, Hazem Chalan, con ocasión de la graduación de un nuevo grupo de efectivos de la Defensa Civil iraquí.
   «A todos los que aseguran que resisten a la ocupación les digo: la ocupación ya ha terminado», dijo el general Rashardi.
   «Queremos decir a cualquiera que quiera atentar contra la seguridad de este país que `basta ya!, les digo. `Ya es suficiente!», añadió.
   Aseguró sin embargo que los efectivos de la Fuerza Multinacional, liderada por EEUU, unos 160.000 soldados, todavía son necesarios para combatir a los insurgentes, y que los grupos violentos no deben utilizar esta presencia como excusa para continuar con sus ataques.

Fue error invadir Irak
El ministro francés del Interior, Dominique de Villepin, dijo ayer que «el gran error cometido en Irak» fue creer «en el círculo virtuoso de la guerra», en lugar de asumir el riesgo de la paz y dejar la intervención militar como último recurso.
   Villepin hizo estas consideraciones en su intervención en el curso de verano sobre «La lucha contra el terrorismo y sus límites» de la Universidad Complutense en la localidad madrileña de San Lorenzo de El Escorial, donde afirmó que «debemos convencernos de que la mejor puerta de entrada a Oriente Medio es la paz».
   Resumió los factores que caracterizan el terrorismo internacional, entre los que citó su movilidad, su capacidad de adaptación permanente y la creciente autonomía de cada grupo respecto de los líderes.
   También mencionó su capacidad para manejar tecnología moderna y su voluntad de provocar las mayores pérdidas posibles, por lo que alertó sobre la necesidad «de tomar muy en serio sus intentos de adquisición de capacidades químicas, biológicas o radiactivas».
   En este sentido, el ministro subrayó que los atentados frustrados en Londres y París no son intentos aislados, «sino parte de una voluntad aferrada en la estrategia de los terroristas de hoy».

Prepara amnistía
 
Por su parte, Al Yauar reiteró que el Gobierno iraquí prepara una amnistía para quienes participaron en la resistencia contra la ocupación de Irak, y advirtió, al mismo tiempo, que su país es capaz de eliminar el terrorismo.
   «Tenemos una espada muy afilada lista para el que atente contra la seguridad de este país», afirmó Al Yauar, y dijo que «el terrorismo no es solamente asesinar y poner bombas, cualquiera que atente contra la vida cotidiana de la gente es un terrorista», añadió.
   Estas declaraciones y advertencias se producen pocas horas después de que el ministro de Derechos Humanos iraquí, Bujtiar Amin, anunciara que las fuerzas multinacionales en Irak han detenido recientemente a 89 ciudadanos de países árabes e islámicos, vinculados con la violencia en Irak.
   Según Amin, entre los detenidos figuran 26 sirios, 12 egipcios, 14 iraníes, 14 saudíes, 9 sudaneses, 5 palestinos, 5 tunecinos, 5 yemeníes y 5 jordanos.
   Las advertencias de Yauar y Rachardi se produjeron pocas horas antes de que el Ejército Islámico de Irak diera otras 24 horas al Gobierno filipino para anunciar que retira sus tropas antes del 20 de julio, y advirtiera que en caso contrario asesinarán al camionero de esa nacionalidad Angelo de la Cruz.
   Según un comunicado del grupo terrorista enviado a la cadena de televisión Al Yazira, la prórroga es una concesión a la «última voluntad» del rehén filipino, quien pidió lanzar un llamamiento a su país para que acepten las exigencias de sus secuestradores.
   La violencia continuó también en diferentes áreas del país, donde los insurgentes tomaron como objetivo a diferentes líderes religiosos y prosiguieron sus ataques contra las instalaciones militares norteamericanas.
   Un religioso suní, el jeque Abdel Mayid Kanai, fue asesinado ayer junto con su conductor por un grupo de hombres armados que dispararon contra ellos a la salida de una mezquita en la ciudad sureña de Basora, según indicó hoy su hermana, Nahed Kanai, citada por la radio iraquí.
   En un incidente separado, un grupo de hombres armados asesinaron anoche al representante en la ciudad de Musayab -unos 60 kilómetros al sur de Bagdad- de la Asamblea Suprema para la Revolución Islámica en Irak (ASRII), el mayor partido chií del país. 
   Por otro lado, cinco artefactos de fabricación casera hicieron explosión al paso de un convoy militar estadounidense en pleno entro de Bagdad, según un comunicado del Ejército hecho público esta tarde.
   Un vehículo todoterreno tipo Hummer sufrió algunos desperfectos a consecuencia del ataque, que no causó víctimas entre los militares estadounidenses.
   En una nota previa, los militares reconocieron que la base norteamericana destacada en la conocida prisión de Abu Ghraib sufrió anoche el sexto ataque con morteros desde que el pasado abril un atentado similar acabó con la vida de 22 prisioneros y dejó heridos a más de cien.
   Un empleado e la Fuerza Multinacional resultó herido en el ataque de ayer, aunque los militares no precisaron su nacionalidad.

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