Irak e Irán tratan de romper el hielo

Irak e Irán tratan de romper el hielo

BAGDAD (AFP).- Irak e Irán, enemigos del pasado, pero hoy día dirigidos por élites chiítas, se comprometieron este martes a comenzar una nueva etapa en sus relaciones, a pesar de la presencia extranjera en la tierra iraquí.

La ocasión fue la histórica visita del jefe de la diplomacia iraní Kamal Kharazi a Bagdad, saludada por su homólogo iraquí, Hoshyar Zebari, como un fuerte mensaje político y el inicio de una nueva era entre los dos países, que en época de Saddam Hussein protagonizaron durante ocho años un sangriento conflicto.

«No tengo ninguna duda de que esta visita abrirá nuevos horizontes en la cooperación entre nuestros dos países», afirmó Zebari, subrayando que Irán fue «uno de los primeros países que reconoció al nuevo gobierno iraquí, surgido de las elecciones de enero.

«El Irak post-Saddam es un nuevo Irak, pacífico con sus vecinos, y no tiene nada que ver con el país belicoso» que fue, insistió Zebari. «Debemos dejar el pasado atrás y construir nuevas relaciones en todos los campos, basadas en el respeto mutuo y la no injerencia», añadió.

«Irán está dispuesto a cooperar con Irak en todos los campos, en la economía al igual que en los intereses conjuntos», añadió.

Según Zebari el mensaje político de la visita es importante.

«Se trata de la primera visita efectuada por un ministro de Relaciones Exteriores árabe o islámico después de las elecciones libres y democráticas» de enero, señaló.

«Y es un signo de respeto de los dirigentes iraníes hacia el pueblo iraquí», subrayó, recalcando el peso regional de Irán.

«Irak es responsable de sus asuntos. Una injerencia de cualquier índole sería un insulto al pueblo iraquí», afirmó Kharazi, añadiendo que su país no tiene interés en resolver sus diferendos con Estados Unidos en el terreno iraquí.

«Nuestra cooperación con Irak no está vinculada a nuestras relaciones con Estados Unidos y queremos estrechar los lazos históricos entre los dos países. La ayuda que podemos aportar al pueblo iraquí sirve los intereses regionales de la República islámica», dijo Kharazi.

Kharazi afirmó una vez más la voluntad de su país de controlar sus fronteras con su vecino mientras Zebari advertía que no es del interés de su país que el extremista jordano Abu Mussab al-Zarqaui establezca en Irak un «emirato» hostil a Irán.

Tras su reunión con Zebari, el jefe de la diplomacia iraní conversó con Ibrahim al-Jaafari, que dirige el gobierno y que durante largos años de exilio vivió en Irán.

Según el programa de su visita debe pasar la noche en Bagdad y reunirse el miércoles con otros responsables iraquíes.

Irán, chiíta en un 90%, vio con buenos ojos la victoria de los miembros de esta comunidad mayoritaria en Irak en las elecciones del 30 de enero.

El presidente iraní, Mohamed Jatami, expresó su «satisfacción» tras la formación del gobierno Jaafari el 28 de abril y propuso ayudar a Irak en los ámbitos económico y político, así como en la reconstrucción.

Sin embargo, aún persisten numerosos contenciosos.

Irán e Irak no han firmado ningún tratado de paz y la República Islámica mantiene el culto a sus «mártires» muertos durante la guerra.

Según una estimación generalmente aceptada, medio millón de combatientes iraníes e iraquíes murieron, pero estas cifras no cuentan a los civiles.

Algunos iraníes siguen sucumbiendo aún a los efectos de las armas químicas empleadas por el ejército de Saddam Hussein.

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