POR NEIL MACDONALD
En El Cairo
Mientras los comisarios de las elecciones iraquíes revelaban el resultado parcial de los conteos de los comicios de la semana pasada, la administración de Estados unidos anunciaba el viernes la primera etapa de uno de los muy esperados dividendos de la votación: una reducción en el número de tropas.

Donald Rumsfeld, secretario de Defensa, anunció en un viaje al país que el número de brigadas de combate norteamericanas en Irak se reduciría de 17 a 15, un total de 7,000 soldados. Es el primer movimiento por debajo del nivel básico de 138,000 tropas que se ha mantenido allí durante la mayor parte del año.

El núemro de tropas de EEUU se aumentó temporalmente en más de 20,000 para las elecciones parlamentarias de la semana pasada. Sin embargo, el presidente George W. Bush autorizó nuevos recortes a la presencia norteamericana, dijo el señor Rumsfeld a un grupo de miembros de las fuerzas armadas estadounidenses en Faluya, un antiguo bastión insurgente capturado por las tropas de EEUU hace 13 meses.

Después de un día de elecciones relativamente incruento en Irak, la administración de EEUU ha decidido que la Brigada 1, de la 1 División de Infantería se mantendrá en EEUU, en lugar de en servicio, como se planeó, en Irak in 2006. Mientras que la Brigada 2, de la 1 División Armada en el vecino Kuwait se mantendrá como una fuerza en reserva, en caso de que surjan problemas en Irak.

«El efecto de estos ajustes reducirá las fuerzas en Irak en la primavera de 2006 […] por debajo de la línea de los 138,000 que había existido antes de las elecciones recientes», dijo el señor Rumsfeld.

Si las condiciones de la seguridad en Irak no empeoran en los próximos meses, pudiera esperarse entonces sustanciales reducciones en las tropas norteamericanas en el resto del año. En Washington, donde la presión política ha crecido para que se empiece a retirar las tropas de Irak, Harry Reid, líder demócrata del Senado acogió la buena nueva.

«El presidente Bush está empezando a escuchar los pedidos del pueblo norteamericano y de los miembros del Congreso de ambos partidos que quieren saber en términos más específicos los objetivos remanentes en Irak y su estrategia para cumplir exitosamente la misión».

La participación en la guerra es probable que se convierta en un tema importante en las elecciones congresuales de medio término en EEUU de noviembre. Las elecciones exitosas en Irak, seguidas de una retirada suave de las fuerzas de EEUU ayudarían al partido Republicano del señor Bush a justificar las bajas en Irak, que hasta ahora suman algo más de 2,100 soldados muertos y 15,000 heridos desde que se produjo la invasión hace cerca de tres años.

Funcionarios norteamericanos insisten en que una retirada de las tropas tiene que estar «basada en condiciones» -las fuerzas militares y policiales iraquíes asumen mayor responsabilidad por la seguridad del país-, más que en el establecimiento de un cronograma.

Sin embargo, el éxito de las elecciones del 15 de diciembre sigue en duda, mientras los partidos árabes sunitas y los partidos seculares dicen que fueron engañados y amenazan con boicotear el parlamento que resulte. De acuerdo con resultados preliminares, los partidos árabes sunitas pueden haber conseguido 20% de los puestos, pero la mayoría volvió a recaer en la Alianza Iraquí Unida, encabezada por los chiítas, que ha gobernado conjuntamente con partidos kurdos en el gobierno de transición que se formó hace ocho meses.

Otros socios menores de la coalición, incluyendo Ucrania y Bulgaria, empezaron a salir del país después de las elecciones.