BAGDAD (AP) _ La violencia sectaria continuó el sábado en Irak y tres soldados estadounidenses murieron en enfrentamientos armados en la provincia de Anbar, en el oeste del país, dijo el ejército estadounidense. Los soldados estadounidenses fueron los primeros que mueren en cuatro días en Irak. En lo que va del mes han fallecido ocho.

Un comunicado de los militares estadounidenses indicó que murieron por la «acción enemiga’’ en la provincia de mayoría suní. No ofreció otros detalles.

Por otra parte, un grupo de hombres armados paró a dos vehículos en el vecindario Dora de Bagdad, obligó a bajar a dos pasajeros y los mató frente a transeúntes horrorizados, dijo el teniente policial Maithem Abdel-Razaq.

En el mismo vecindario, otros hombres armados dispararon a una familia chií que intentaba salir de la ciudad hacia Karbala, lesionando a cinco personas, expresó la policía.

En Dora viven tanto suníes como chiíes y el vecindario se ha convertido en una de las áreas más peligrosas de la capital por la violencia sectaria.

Asimismo, otro un grupo de hombres armados mató a tres personas que trabajaban en una heladería en el vecindario Nahrawan de Bagdad, de mayoría chií, manifestó el teniente de la policía Fikrat Mohamed.

La policía dijo también que encontró dos cadáveres en diferentes lugares del este de Bagdad. Las autoridades sospechan que son las víctimas más recientes de escuadrones de la muerte sectarios.

Mientras tanto, un grupo de hombres armados que se desplazaban en dos automóviles a toda velocidad, disparó contra una mezquita suní en el vecindario Ghazaliya del oeste de Bagdad.

Los guardias de la mezquita respondieron con disparos y los atacantes huyeron, dijo el capitán policial Jamil Hussein.

Los incidentes sucedieron un día después que otras 17 personas fallecieron en una ola de ataques dinamiteros y con morteros principalmente contra mezquitas suníes del área de Bagdad y del norte del país. Un clérigo suní también fue secuestrado en la capital, denunció un funcionario suní.

La violencia sectaria ha obligado a miles de iraquíes a trasladarse a diferentes vecindarios o ciudades donde su secta prevalece. El ministerio del Interior estimó este mes que casi 4.000 familias _cerca de 23.670 personas_ han debido mudarse a otros vecindarios sólo en el área de Bagdad.