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WASHINGTON (AFP).- La cumbre del G8, que se celebrará a partir del martes en Sea Island (sureste de Estados Unidos), estará dominada por Irak y la alta cotización del petróleo, y contará con la presencia de dirigentes de países en desarrollo, entre los que no figurará ningún latinoamericano.
La cumbre de los dirigentes de los siete países más industrializados (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón), a los que se sumó Rusia en 1998, discutirá cómo «reforzar la cooperación internacional para lograr un mundo más seguro y mejor», adelantó Condoleezza Rice, la consejera para la Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
«Se celebrarán discusiones claves sobre la iniciativa del presidente (George W. Bush) para Oriente Medio, operaciones contra la proliferación de armas de destrucción masiva (amd) y operaciones de mantenimiento de la paz», agregó la responsable norteamericana.
Los dirigentes de los ocho países se reunirán hasta el jueves en una isla de Georgia, lejos de los periodistas y de los manifestantes, que serán mantenidos a distancia, en la vecina ciudad de Savannah.
Sea Island es uno de los balnearios preferidos de las familias más ricas del sureste de Estados Unidos y numerosos actores como John Travolta o Leonardo DiCaprio viajaron en los últimos años a la isla para descansar y disfrutar de los tres campos de golf de los que dispone.
En medio de este paisaje idílico, los dirigentes del G8 tratarán de superar las diferencias que los separaron en dos grupos iguales durante la crisis iraquí: Estados Unidos, Gran Bretaña, Italia y Japón apoyaron la guerra y enviaron tropas, mientras Francia, Alemania, Rusia y Canadá se opusieron.
El pasado año, el presidente francés, Jacques Chirac, había tomado la iniciativa de invitar por primera vez a una cumbre del G8, que se celebró en Evián (este de Francia), a dirigentes de países en desarrollo, entre ellos el presidente mexicano, Vicente Fox, y el brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva.
Este año, Bush invitó a última hora a dirigentes de países musulmanes y africanos, pero ningún dirigente latinoamericano viajará a Sea Island. «Este año, el G8 se centra en Africa y Oriente Medio», explicó el embajador brasileño, Roberto Abdenur, al explicar la ausencia de Lula.
Los dirigentes de Afganistán, Argelia, Bahrain, Jordania, Turquía, Yemen acudirán al G8, así como los de Ghana, Nigeria, Senegal, Sudáfrica y Uganda.
El tema de la cumbre que más afectará a América Latina será el de las remesas. Los dirigentes de los países más ricos quieren destrabar el envío de dinero de los emigrantes a sus países de origen, que alcanzan los 100.000 millones de dólares anuales.
Las remesas «constituyen unas de los mayores temas prioritarios de la cumbre del G8 de Sea Island», adelantó el subsecretario norteamericano del Tesoro, Samuel Bodman.
