Irak y seguridad nacional centran
debate Bush-Kerry

Irak y seguridad nacional centran <BR>debate Bush-Kerry

TEMPE, EEUU (AFP) – El presidente George W. Bush y su contrincante demócrata, John Kerry, chocaron con fuerza otra vez sobre Irak, la seguridad nacional y temas domésticos como la salud y el empleo en su tercer y último debate televisivo, en un esfuerzo por desempatar la carrera a la Casa Blanca.

   Decenas de millones de televidentes siguieron el enfrentamiento de 90 minutos entre ambos candidatos en la Universidad estatal de Arizona en Tempe (suroeste), en momentos en que las encuestas están divididas sobre quién ganará los reñidos comicios del 2 de noviembre.

   «Creo que este Presidente, lamentablemente, nos apuró a ir a la guerra, hizo decisiones de política exterior que alejaron las alianzas y como resultado Estados Unidos lleva esta carga extraordinaria y no estamos tan seguros como deberíamos estarlo», atacó Kerry, que vestía un atuendo muy similar al del jefe de Estado, con traje oscuro, camisa blanca y corbata roja.

   «Yo puedo hacer un mejor trabajo de liderar una guerra más efectiva, más inteligente contra el terrorismo. Y garantizar que iremos tras los terroristas. Los cazaremos, los mataremos, los capturaremos, haremos lo necesario para estar seguros», pero trabajando junto a los aliados, afirmó.

   «Yo tomó el compromiso, Estados Unidos. Lo haré de la misma forma que (los ex presidentes) Franklin Roosevel, Ronald Reagan, John Kennedy (1960-1963) y otros que lo hicieron (…) con alianzas más fuertes», insistió Kerry.

   «Sí, podemos estar más seguros si permanecemos a la ofensiva contra los terroristas y si expandimos la libertad en el mundo», contraatacó Bush, que esta vez soportó estoico los ataques de Kerry con una sonrisa irónica a flor de labios.

   «Decir que el terrorismo es una »molestia» -atacó Bush- es una actitud es peligrosa (…) No creo que pueda garantizar la seguridad de Estados Unidos a largo plazo», añadió, en referencia a declaraciones realizadas recientemente por su rival demócrata a la revista dominical del New York Times.

   Durante el debate, que debía centrarse en política doméstica, los candidatos fueron consultados también sobre la insuficiencia de vacunas contra la gripe. Al respecto Bush intentó minimizar el problema invitando a los estadounidenses que gozan de «buena salud» a que no se vacunen.

   «Si usted goza de buena salud, si usted es joven, no se vacune este año», afirmó.

   «Cinco millones han perdido su seguro de salud en este país, un millón aquí en Arizona», atacó Kerry, mientras Bush le miraba con el mentón levantado. «Yo tengo un plan para ofrecer cobertura a todos los estadounidenses», agregó.

   «Un plan no es un programa no se pueda financiar», recordó Bush. El plan de Kerry «nos costaría más de 5.000 millones de dólares en 10 años; eso es una promesa hueca», acusó.

   Ambos fueron interrogados también sobre qué le dirían a los estadounidenses desempleados, si es justo culpar al gobierno completamente por la pérdida de empleos, si la homosexualidad es o no una opción y su posición sobre el aborto.

   Kerry había acusado el miércoles más temprano al gobierno de Bush de «indiferencia cruel» frente a los desempleados del país, luego de que el secretario del Tesoro, John Snow, dijo que la pérdida de empleos neta desde que el Presidente asumió el cargo eran «mitos», según un pequeño diario de Ohio (norte).

   Aunque Snow dijo que había sido mal citado por el Findlay Courier, los demócratas saltaron al ataque y preparaban un nuevo aviso publicitario basado en sus comentarios.

   Bush intentó defenderse de los críticos que señalan que convirtió un superávit presupuestario de 236.000 millones de dólares en un déficit de 415.000 millones de dólares.

   Su campaña asegura que el Presidente heredó la situación del gobierno demócrata de Bill Clinton y que todo empeoró con los atentados terroristas del 11 de setiembre de 2001.

   Bush atacó a Kerry una vez más por la inconsistencia de sus votos en el Senado en los últimos 20 años, y por su supuesta inclinación a subir los impuestos.

   «Ha sido el miembro más liberal del Senado estadounidense, lo cual significa que le gusta gastar vuestro dinero», dijo el mandatario el martes en un acto electoral en Arizona.

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