Por Namir Sobhi
Bagdad, 21 mar (EFE).- Más de 40 iraquíes, en su mayoría presuntos insurgentes, y dos soldados estadounidenses han muerto en ataques y enfrentamientos registrados en las últimas 24 en diferentes ciudades de Irak, incluida la capital.

Mientras tanto, el ministro iraquí de Administración Territorial, Wael Abd al-Latif, ha aparecido en la televisión iraquí para desmentir las informaciones que circularon ayer, domingo, sobre su secuestro.

«Estas noticias no tienen fundamento y su principal objetivo es dar la impresión de que no hay seguridad en todo Irak, incluida la capital», dijo Abd al-Latif en una entrevista a la televisión «Al Iraquia», difundida esta madrugada.

Según habían afirmado el domingo fuentes policiales, el ministro de Administración Territorial había sido capturado junto a diez de sus guardaespaldas, por hombres armados en la localidad de Suwayrah, al sur de Bagdad.

El anuncio fue difundido inmediatamente por cadenas de televisión árabes.

«Yo ayer estuve en mi trabajo en el interior de la (amurallada) »Zona Verde», que acoge las instalaciones del Gobierno iraquí, así como las embajadas de EEUU y Reino Unido, afirmó el ministro.

Los miembros del Gobierno provisional iraquí permanecen bajo la amenaza de los grupos rebeldes que les acusan de complicidad con las fuerzas norteamericanas de ocupación.

Insurgentes iraquíes atacaron hoy, por otro lado, un convoy militar del Ejército iraquí en el barrio bagdadí de Al Ghazaliya (oeste) y causaron la muerte de un soldado y heridas a otros tres, dos de ellos graves, dijeron testigos y fuentes hospitalarias.

El mando militar estadounidense anunció hoy también, en un comunicado, que las tropas multinacionales mataron ayer a 24 presuntos insurgentes en un enfrentamiento en Bagdad, en el que seis soldados resultaron heridos.

La nota explicó que el tiroteo siguió a un ataque lanzado por los rebeldes contra un convoy de las tropas multinacionales en las afueras de la capital, sin precisar más detalles.

Un comunicado similar informaba hoy de la muerte de un marine estadounidense durante una «operación para el establecimiento de la seguridad» en Al Anbar (oeste), lo que eleva a dos el número de militares norteamericanos fallecidos en combate el domingo, y a 1.160 desde el inicio de la invasión de Irak.

El mando militar de EEUU había anunciado que otro soldado perdió la vida y otros tres resultaron heridos en ataque de la insurgencia en la ciudad petrolera de Kirkuk, a unos 250 kilómetros al norte de Bagdad.

En Baquba, a 60 kilómetros al norte de la capital, cuatro soldados iraquíes y siete insurgentes resultaron muertos en un enfrentamiento que siguió a un ataque de un grupo de hombres armados contra un puesto de control policial en una de las principales carreteras de esa localidad.

En la ciudad norteña de Mosul, un enfrentamiento similar siguió a un atentado de supuestos insurgentes contra los funerales de un alto oficial de la policía iraquí, general Walid Kashmula, y en el mismo cuatro de los atacantes y dos civiles perdieron la vida.

Kashmula, jefe del Departamento de Policía anticorrupción, fue asesinado ayer en un atentado con bomba que hizo explosión en su oficina en Mosul, a unos 400 kilómetros al norte de Irak.