VIENA (AFP) – Irán calificó de muy positivo el nuevo plan de las grandes potencias, que evita hablar de sanciones e insiste en señalar las ventajas que podría obtener el régimen de Teherán si suspende el enriquecimiento de uranio.
El texto, hasta ahora mantenido en secreto, fue elaborado por las seis grandes potencias (Estados Unidos, Alemania, Francia, Gran Bretaña, China y Rusia) y entregado a Irán el pasado 6 de junio por el Alto Representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Javier Solana.
El paquete de incentivos es un paso adelante, dijo el ministro de Exteriores iraní Manuchehr Mottaki a su llegada al aeropuerto de Madrid, poco antes de entrevistarse con su homólogo español, Miguel Angel Moratinos, para tratar del programa nuclear iraní.
El texto ofrece apoyar activamente la construcción de nuevos reactores de agua liviana en Irán y garantizar a este país el acceso a una reserva de combustible.
La oferta internacional prevé igualmente el levantamiento de las restricciones norteamericanas a la exportación hacia Irán de productos relacionados con la aviación civil y tecnologías de telecomunicaciones, además de un acceso más fácil a los productos agrícolas, tecnológicos y equipos agrícolas europeos y estadounidenses.
La propuesta incluye también una amenaza de llevar el caso ante el Consejo de Seguridad si rechaza la oferta, aunque China y Rusia, miembros permanentes de esa instancia onusiana, serían reticentes a sancionar a Teherán.
Irán está estudiando muy seriamente la propuesta y dará una respuesta lo antes posible, añadió el ministro iraní, quien calificó la oferta, en respuesta a una pregunta de la prensa, de muy positiva.
Al término de la reunión entre Moratinos y Mottaki, el ministerio español indicó en un comunicado que el ministro iraní manifestó la voluntad de Irán de encontrar una solución satisfactoria al problema suscitado por el dossier nuclear.
Mottaki valoró la propuesta como un paso adelante en el proceso negociador y destacó el interés con el que está siendo estudiada por las autoridades iraníes, según el comunicado difundido por la cancillería española.
El ministro Mottaki subrayó durante el encuentro la necesidad de hacer compatibles el derecho de Irán al desarrollo de tecnología nuclear con fines pacíficos con el establecimiento de las garantías adecuadas para superar las preocupaciones de la comunidad internacional, según el gobierno español.
El viaje de Mottaki fue decidido después de ser anulada la visita a Madrid del secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní, Alí Larijani, jefe negociador en materia nuclear, que tenía previsto entrevistarse con Moratinos.
Informaremos a nuestros colegas europeos y de los otros países de nuestra opinión sobre la propuesta, dijo Mottaki y subrayó que Irán continuará hablando con los países no alineados, entre los cuales citó a China.
El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, visitará el jueves Shanghai con motivo de la cumbre de la Organización para la Cooperación de Shanghai (OCS), organismo dominado por Pekín y Moscú en el que Irán participa como observador.
Ahmadinejad se reunirá en este contexto por primera vez con su homólogo chino, Hu Jintao, y debería entrevistarse también con el el jefe del Estado ruso, Vladimir Putin, otro de los participantes en la reunión de esta organización.
Por el momento no se puede decir que la reunión en Shanghai vaya a permitir avanzar en la crisis nuclear iraní, pero los analistas subrayan que es una buena oportunidad para acercar posiciones.
Es algo bueno que Hu Jintao y Vladimir Putin se sienten con Ahmadinejad, y quizá lo persuadan de no aventurarse demasiado lejos en sus planes nucleares, sugiere David Zweig, profesor universitario y experto de China en Hong Kong.