TEHERÁN (EFE).- Irán elevó ayer el tono de su enfrentamiento verbal con Estados Unidos e Israel, a los que amenazó con tomar la iniciativa bélica si siente amenazadas sus centrales nucleares o percibe que su territorio va a ser invadido.

   «No nos quedaremos sentados con los brazos cruzados a ver que hacen los otros. Muchos generales creen que las acciones preventivas de las que habla Estados Unidos no son patrimonio de los norteamericanos», avisó el ministro iraní de Defensa, Ali Shamjani, en entrevista con la cadena de televisión por satélite qatarí Al-Yazira.

   «Existen diferencias de opinión entre los comandantes militares, pero la mayoría creen que cualquier nación que se sienta amenazada tiene derecho a hacer uso de ello», agregó el almirante Shamjani, uno de los ministros más veteranos del régimen iraní.

   El militar, miembro destacado del ala más dura del régimen islámico de Teherán, respondía con esta beligerancia a una pregunta del entrevistador sobre un eventual ataque de Israel o EEUU.

   «En el caso de que el Gran Satán (EEUU) decida emprender una operación militar contra nosotros, pondremos fin a nuestras obligaciones nucleares» ante la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA), agregó.

   El presidente de EEUU, George W. Bush, incluyó a Irán, junto a Irak y Corea del Norte, en su denominado «Eje del mal» y le acusa, como al régimen del depuesto Sadam Husein, de ocultar un arsenal de armas no convencionales.

   «Estados Unidos no es el único país que está presente en toda la región. Nosotros también estamos, de oeste a este, incluido Afganistán; estamos presentes en el Golfo Pérsico y podemos estar presentes en Irak», amenazó el ministro.

   «Ya he repetido que la presencia de las topas estadounidenses en la región no es un signo de fortaleza. Los norteamericanos son rehenes de su propio despliegue», añadió.

   Desde hace días, corren por Oriente Medio noticias no confirmadas de que Israel estaría preparando un ataque contra instalaciones atómicas iraníes para acabar con la polémica internacional sobre el programa nuclear de este país.

   «Sabemos que Israel no puede atacar sin el permiso de Washington, por eso es imposible desvincular un tema del otro», puntualizó Shamjani.

   La semana pasada, un destacado general del cuerpo de elite iraní de la Guardia Revolucionaria ya advirtió que su país respondería con una operación contra la central nuclear israelí de Dimona si el Estado hebreo trata de atentar contra instalaciones similares de Irán.

   «Si Israel lanza uno de sus misiles contra la central (iraní) de Bushehr, se puede olvidar de Dimona, donde guarda su armamento nuclear. Será el único responsable de las terribles consecuencias», afirmó el general Mohamed Baqir Zolqadr.

   Las declaraciones del ministro iraní marcan una escalada en la confrontación verbal entre Israel e Irán, pocos días después de que la República Islámica probara con éxito un nuevo versión del misil convencional Shahab-3 de medio alcance que podría llegar hasta Israel.

   El misil ha sido desarrollado por el equipo de investigación de la Guardia Revolucionaria o Pasdarán, un cuerpo de elite paralelo al Ejército que está igualmente formado por unidades de marina, fuerza aérea e infantería, bien equipadas.

   Israel, por su parte, también probó con éxito el pasado julio una nueva versión de las baterías antimisiles «Arrow II», concebidas para evitar cualquier ataque externo, especialmente desde Irán.

   Tanto Israel como EEUU acusan a la República Islámica de utilizar la central de Bushehr para desarrollar su programa de armamento no convencional y presionan a la comunidad internacional para que le obligue a aceptar inspecciones.

   El régimen de los ayatolá no oculta que avanza en el programa nuclear, pero insiste en que persigue usos pacíficos, como generar energía eléctrica, y que esa es la única razón por la que ha reiniciado su polémico ensamblaje de centrifugadoras para enriquecer uranio.

   Israel, por su parte, ni confirma ni desmiente las alegaciones de los países vecinos de que posee un enorme arsenal de armas nucleares en la central de Dimona, en el desierto del Neguev, con más de 200 cabezas nucleares.

   El comandante jefe de los Pasdaranes, Yad Allah Javani, advirtió el pasado domingo, tras presentarse el Shahab-3, que «todo el territorio sionista (Israel), incluidas las instalaciones atómicas, están ahora al alcance de los misiles iraníes».