Irán espera respetir hazaña lograda en Francia frente a EU (16)

Irán espera respetir hazaña lograda en Francia frente a EU (16)

POR MARIO ARVELO, HÉCTOR MOLINA Y ARTURO PEÑALÓ
Desde su dramática victoria 2-1 frente al combinado estadounidense en Francia 1998, inesperado suceso que provocó una oleada de manifestaciones populares en el Medio Oriente y en las principales ciudades europeas, Irán ha venido cosechando cada vez mayores triunfos en la escena internacional, asentándose como un permanente contendor por uno de los puestos reservados a su continente en la fase final de la Copa del Mundo. El más reciente ha sido, precisamente, clasificarse por tercera vez a la ronda de la verdad en el torneo de torneos.

Convertido en uno de los equipos más temibles del continente asiático, Irán tuvo un paso arrollador por la eliminatoria de la región. En la segunda ronda, a la cual clasificaron de modo automático por no encontrarse entre los 14 equipos de menor ranking, apenas tuvieron una mancha: la sorpresiva derrota sufrida a manos de Jordania, que se impuso por 0-1 en Teherán La magnitud de tal resbalón sólo puede ser apreciada cuando conocemos que el Estadio Azadi («Libertad» en lengua farsi) tiene capacidad para 110,000 espectadores, y que en ocasión del encuentro contra los jordanos las gradas estaban llenas a capacidad. En todo caso, los persas devolvieron la moneda imponiéndose como visitantes en Amman con pizarra 0-2, y de paso derrotaron de ida y vuelta a sus otros dos contrincantes: Qatar y Laos.

Para la tercera ronda de una confederación que cuenta 44 seleccionados nacionales «de los cuales participaron 39 en búsqueda de cuatro plazas directas y una repesca» los iraníes resultaron favorecidos por el sorteo, ya que en su grupo figuraron Japón, cuya clasificación nadie ponía en duda, y dos equipos de limitada profundidad: Bahrein y la República Democrática y Popular de Corea (Corea del Norte). El otro grupo imponía mayor respeto, ya que el él se enfrentaron Arabia Saudita, la República de Corea, Kuwait y Uzbekistán, los tres primeros de experiencia mundialista. Por supuesto, los ocho equipos se beneficiaron de la salida temprana de conjuntos tales como Emiratos «rabes Unidos, Siria, Líbano, Indonesia, Malasia, la República Popular China, Omán y la propia Jordania, pues cualquiera de ellos pudo haberle sumado inconvenientes a los finalmente clasificados.

Luego de ser frenados en Bahrein con un empate sin goles, los persas comenzaron a golpear duro y arriba, disponiendo de Japón 2-1, superando a los norcoreanos en Pyongyang y Teherán, antes de inclinarse ante los japoneses en Yokohama «donde se jugó la gran final del Mundial pasado» cuando ya tenían el visado para Alemania estampado en sus pasaportes. Una vez se han repuesto de las alegrías que significó reeditar la hazaña de alcanzar la última fase en ruta a la hegemonía futbolística universal, los iraníes se enfrentan a la dura verdad: no importando el grupo donde finalmente fuesen sorteados, sería un verdadero milagro que pasaran a la segunda ronda.

Sin embargo, el país gobernado por los ayatolas no se rinde con tanta facilidad, y para ello contrataron al técnico croata Branko Ivankovic, quien está doctorado en Educación Física. Ivankovic sustituyó en el banquillo persa a su mentor en las finas artes de la dirección, su compatriota Ciro Blazevic, de quien fue asistente cuando el sorprendente equipo croata alcanzó el tercer puesto en Francia 1998 luego de su histórico triunfo ante una deprimida selección alemana, a la cual golearon 3-0. Ya Ivankovic había dirigido a varios conjuntos balcánicos antes de marchar a la Bundesliga alemana, donde fue estratega del Hannover 96.

Irán, que viste de blanco cuando juega de local, recibe el mote de «Melli» por sus aficionados. Su ídolo histórico es el atacante Alí Daei, quien es el mayor anotador en partidos internacionales de toda la historia, con 109 goles. El astronómico total de viajes hasta el fondo de la red ha sido conseguido en 147 apariciones como internacional; este delantero estelar del equipo Saba Battery de Teherán, y quien «como no podía ser de otro modo» es capitán de la selección, y a sus 37 años recién cumplidos sólo aguarda cubrirse de gloria en un nuevo Mundial antes de colgar los botines.

No es que a Daei le haga falta prolongar su carrera en las canchas (ya jugó para el Arminia Bielefeld, el Bayern Múnich y el Hertha Berlín en la Bundesliga), dado que Daei ostenta el título de ingeniero metalúrgico. Este atacante neto, de quien Franz Beckenbauer afirmó se encuentra entre los diez mejores definidores puros de la historia del fútbol, llevará el liderazgo iranio en Alemania 2006.

Completan una escuadra que jugará con determinación y coraje el llamado «cerebro del Hamburgo», el zaguero Mehdi Mahdavikia, acompañado de Hossein Kabei, Javad Nekounam y Yahya Gomohammadi (no olvidemos que podrían ser convocados, y jugar de titulares, defensores como Eman Mobali, Meysan Maniei o Rahman Rezarei, quien juega en el Messina italiano) en apoyo del arco que protegerá Ebrahim Mirzapour con las manos enguantadas. Para desatascar el mediocampo, los persas cuentan con algunos veteranos de aquilatada experiencia y jóvenes prospectos de rebosante vitalidad. La línea de cuatro alrededor del círculo central quizás quede conformada por Jalal Kameli, Alí Badavi, Alí Karimi y Arash Borhani, siempre que Alireza Vahedi o Seyed Alavi no sean del gusto peculiar de Ivankovic. Mientras, Vahid Hashemian sería el colega ideal para el ingeniero Daei, quien a su edad con casi total seguridad permanecerá jugando de espaldas a la portería y hostigando a los más rezagados de sus contrarios supliendo con ojos de lince la agilidad eclipsada.

Estaremos disfrutando de un juego ágil, con muchos toques y pases en profundidad. Probablemente veamos alguna magia de Alí Daei, quien ya humilló con dos golazos al Chelsea en la victoria a la que llevó por sí solo al Hertha Berlín con marcador de 2-1 durante las rondas grupales de la Champions de 2000, torneo en el cual logró anotar otra red de antología al AC Milan en su feudo del Giuseppe Meazza, obteniendo con ello Serbia & Montenegro.

Esta es una selección cuyo análisis podría crear confusiones, razón por la cual hacemos un poco de historia antes de entrar a considerar lo que será una actuación eclipsada por el choque de gigantes del más difícil grupo de los que componen el Mundial de Alemania 2006.

Yugoslavia, país que sufrió una sucesión de guerras fratricidas a lo largo de los años noventa, quedó dividida en numerosas repúblicas, que van desde Eslovenia en el extremo occidental, hasta Macedonia, la antigua provincia griega. Entre ambas, Bosnia & Herzegovina y Croacia han continuado con fervor la tradición atlética que llevó a muchos de sus mejores futbolistas a engrosar las filas de la escuadra yugoslava. En el eje central de las anteriores, Serbia & Montenegro ha tomado la bandera deportiva de la antigua federación de Yugoslavia (de hecho, la política oficial de la FIFA ha sido la de retener para los serbo-montenegrinos el legado histórico del viejo y ya desmembrado país), aunque cabe indicar dos detalles: Serbia & Montenegro continuó utilizando la denominación «Yugoslavia» por diez años a partir de su fundación en 1993; y su disolución es inminente, la cual dará paso a dos nuevas repúblicas.

Dicho lo anterior, podemos comprender cómo los propios serbo-montenegrinos no desean que se les computen los logros de la antigua Yugoslavia en su haber particular. Dentro de poco, con casi toda certeza antes del próximo Mundial, tendremos una situación similar, es decir, probablemente unos y otros deseen que se aplique un «borrón y cuenta nueva» a su participación en torneos deportivos internacionales, incluyendo naturalmente los supervisados por la FIFA, a la cual entrarán como entidades claramente diferenciadas. Por lo pronto Serbia & Montenegro viste de azul, y prefieren ser llamados «plavi», que es la denominación de este color en serbio.

Continuando con el estudio de las eliminatorias de la zona europea, caemos de nuevo en el tema de la fragmentación yugoslava: Serbia & Montenegro fue colocada, por azares del sorteo, en el mismo grupo de clasificación que Bosnia & Herzegovina. Los antiguos compatriotas de los serbo-montenegrinos fueron despachados sin contemplaciones de tipo alguno, en medio del fragor de un fútbol de gran intensidad que casi deja fuera del Mundial a una potencia como España.

En efecto, los españoles pasaron un tremendo susto, al verse obligados a jugarse el pasaje al torneo global en la repesca, ya que «si bien tanto los balcánicos como los hispánicos terminaron invictos, y los dos encuentros que sostuvieron entre ellos terminaron en empate, incluyendo marcador de un gol por cabeza en la península» los primeros concluyeron con 6 victorias y 4 tablas, mientras los segundos debieron conformarse con 5 triunfos e igual número de resultados parejos. Además, y para su gran orgullo, los serbo-montenegrinos concluyeron la liguilla como la valla menos perforada, recibiendo apenas una inyección y violando las metas ajenas en un total de 16 ocasiones, liderados por el delantero estelar del Atlético de Madrid Mateja Batman Kezman.

No podemos dejar de mencionar que el logro de la selección dirigida por Ilija Petkovic incluye haber dejado fuera de Alemania 2006 a Bélgica, además de disponer sin mayores contratiempos San Marino, que actuaba de relleno, y a Lituania, que no lo fue tanto, ya que logró reducir al empate tanto a españoles como a belgas y bosnio-herzegovinos.

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