Irán mantiene plan nuclear

Irán mantiene plan nuclear

VIENA (EFE).- Irán «no cederá» a las presiones para suspender sus actividades atómicas y «se convertirá en un productor de combustible (nuclear) en una década», afirmó ayer en Viena el jefe de la delegación iraní ante el OIEA, Sirus Nasseri.

El diplomático iraní reaccionó así a la resolución aprobada hoy por la Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que insta a Teherán a volver a suspender el enriquecimiento de uranio, la parte más sensible de su programa nuclear, como medida de generación de confianza.

En declaraciones a la prensa tras concluir la reunión urgente y extraordinaria de la Junta en Viena, Nasseri acusó a los países industrializados de negar a su país el acceso a la producción de combustible nuclear mediante el enriquecimiento.

Dicha negación «se limita ahora a Irán, pero será ampliada a todos los países en desarrollo si Irán cede», advirtió el diplomático.

«Afortunadamente, Irán no cederá y se convertirá en un productor de combustible (nuclear) en una década», prosiguió.

Nasseri señaló que la aprobación de una resolución como la de hoy por la Junta del organismo internacional significa un «voto de desconfianza para la capacidad y credibilidad del OIEA para verificar que una actividad pacífica permanece pacífica».

La resolución expresa la «seria preocupación» por la reanudación de los trabajos en la planta nuclear de Isfahan, donde el miércoles fueron retirados todos los precintos del OIEA que la sellaban desde el año pasado.

Además, la Junta encargó al director general del OIEA, el egipcio Mohamed El Baradei, que elabore para el próximo día 3 un informe técnico sobre el cumplimiento iraní de la resolución.

El documento exige a Irán «restablecer la plena suspensión voluntaria de todas las actividades relacionadas con el enriquecimiento» de uranio, lo que incluye la producción del gas que se introduce en centrifugadoras, al tiempo que insta a Teherán a que permita al OIEA colocar nuevamente los precintos que fueron retirados de Isfahan.

En la instalación de Isfahan se convierte concentrado de uranio en gas hexafluoruro UF6, que luego en un proceso separado se usa para enriquecer uranio, material con el que se produce combustible nuclear pero que también tiene aplicaciones militares.

Hace una semana, la «troika» europea -Alemania, Francia y Reino Unido- entregó a Teherán una nueva propuesta para que abandonara de forma definitiva su programa de enriquecimiento a cambio de incentivos económicos, tecnológicos y políticos, pero el Gobierno iraní la tachó de «inaceptable».

EEUU acusa a Irán de intentar fabricar la bomba atómica, algo que Teherán rechaza categóricamente alegando que sus esfuerzos en el campo nuclear sólo tienen fines pacíficos, como la generación de energía eléctrica.

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