Kermanshah, Irán. Las críticas a las sanciones impuestas por Estados Unidos a Irán se reavivaron el jueves cuando los estadounidenses de origen iraní no pudieron enviar ayuda directamente a los afectados por un potente terremoto que dejó más de 530 muertos.
El acuerdo nuclear de 2015 levantó algunas sanciones, pero otras, que se remontan a la época de la toma de la embajada estadounidense en Teherán en 1979, siguen en pie, entre ellas la prohibición a los estadounidenses de origen iraní de enviar dinero en efectivo a Irán.
La agencia noticiosa estatal IRNA y otros medios publicaron críticas a esas normas. «A pesar de todas las dificultades, los iraníes residentes en Estados Unidos hacen lo posible por inventar soluciones ingeniosas para enviar provisiones humanitarias a las zonas afectadas por el sismo en el oeste de Irán», informó IRNA.
El canciller Mohammad Javad Zarif dijo días atrás que su país no necesita ayuda extranjera para el sismo y es capaz de manejar las consecuencias por su cuenta. Sin embargo, el Consejo Nacional Iraní Estadounidense con sede en Washington ofreció algunas sugerencias sobre la manera de donar.
También exhortó al Tesoro a «estudiar cuidadosamente si se necesitan medidas adicionales para garantizar que los estadounidenses pueden contribuir de manera efectiva a las tareas de rescate y emitir las autorizaciones necesarias para garantizar que las sanciones estadounidenses no obstaculizan el rescate urgente».
El Tesoro no respondió de inmediato a un pedido de declaraciones. Sin embargo, en el pasado ha levantado algunas sanciones para ayudar en casos de sismo, como el de 2003 que mató a 26.000 personas en Bam.
El sismo del domingo por la noche causó 530 muertos según IRNA, o 432 de acuerdo con la TV estatal. En Irak, el sismo dejó nueve muertos y 550 heridos en la región kurda del norte, según Naciones Unidas.