Irán ridiculiza oferta europea

Irán ridiculiza oferta europea

TEHERAN (AFP).- El presidente iraní Mahmud Ahmadinejad ridiculizó ayer la oferta europea para que Irán suspenda su enriquecimiento de uranio a cambio de cooperación en el sector nuclear civil, mientras la comunidad internacional aplazaba la reunión del viernes en Londres, probablemente hasta la próxima semana.

Ahmadinejad calificó la propuesta sobre la que trabajaba la troika europea (Francia-Alemania y Gran Bretaña) como un intercambio de “oro, por nueces y chocolates” que su país no aceptará, y reiteró la amenaza iraní de abandonar el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) si la presión de la comunidad internacional se intensifica.

“Dicen (los europeos) que quieren ofrecernos medidas incitativas. Piensan que pueden llevarse nuestro oro, a cambio de algunas nueces y chocolates”, dijo el presidente en un discurso público en la ciudad de Arak (250 km al sudoeste de Teherán), retransmitido por la televisión de Estado.

Luego de las declaraciones, el encuentro que debían celebrar el viernes en Londres los europeos, Estados Unidos, China y Rusia fue postergado “para permitir profundizar los preparativos”, declaró a la AFP un portavoz del Foreign Office.

Según dijo otra fuente europea que pidió el anonimato la nueva reunión se fijaría posiblemente para el 22 o 23 de mayo, en procura de obtener más tiempo para mejorar una propuesta que Teherán no rechace.

El martes, en Washington, el número tres del Departamento de Estado, Nicholas Burns, ya había previsto que el encuentro sería “probablemente” postergado a la próxima semana.

“La razón (del aplazamiento) es permitir una preparación más detallada de las propuestas de la troika europea (Francia-Alemania y Gran Bretaña) a Irán”, precisó el portavoz del Foreign Office.

Según fuentes diplomáticas en Viena, los occidentales apuntarían especialmente a proponer a los iraníes ayuda para adquirir un reactor nuclear civil de agua ligera, a condición de que renuncien al enriquecimiento de uranio, mientras Estados Unidos sostiene que, además, deben abandonar las investigaciones en ese campo.

Los rusos, según las mismas fuentes, insisten en tomar a su cargo el enriquecimiento del uranio iraní.

A cambio de renunciar al enriquecimiento de uranio, Irán se beneficiaría de ventajas como la adhesión a la Organización Mundial de Comercio (OMC), según la misma fuente.

“No necesitamos medidas incitativas”, afirmó Ahmadinejad, refiriéndose a la propuesta sobre la que trabajaban los europeos, y que ya parece descartada.

Para los occidentales, el rechazo de una nueva oferta abriría lógicamente la vía a un proyecto de resolución del Consejo de Seguridad, en el que se contemplen medidas coercitivas contra Irán para que suspenda su programa nuclear.

Sin embargo, Ahmadinejad excluyó el miércoles que pueda tomar esa determinación.

“Hemos aceptado la suspensión (del enriquecimiento) durante dos años, y ello fue una amarga experiencia para el pueblo iraní”, aseguró el presidente, advirtiendo que los iraníes “no iban a caer dos veces en la misma trampa”.

Teherán suspendió su programa nuclear en octubre de 2003 a cambio de abrir negociaciones con los europeos. Estas negociaciones se rompieron en agosto pasado, cuando Irán reanudó su conversión de uranio, paso previo al enriquecimiento que empezó a llevarse a cabo en abril.

El presidente pronunció este discurso en la ciudad de Arak, donde Irán construye un reactor nuclear de agua pesada, que permite obtener plutonio para fabricar una bomba atómica.

La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), apoyada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, pidió a Teherán que suspenda la construcción de la central de Arak, y sobre todo el enriquecimiento de uranio.

En efecto, esta actividad permite obtener el combustible para una central nuclear, pero también la carga fisible de una bomba atómica.

Ahmadinejad reiteró su velada amenaza de que Irán podría abandonar el TNP si aumenta la presión internacional sobre su país.

“No actúen de forma que obliguen a los países y a otros pueblos a renunciar a ser miembros del TNP y a ignorar a la Agencia” internacional de Energía Atómica, lanzó a los occidentales.

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