Irán tendrá presidente moderado

Irán tendrá presidente moderado

TEHERAN, IRÁN. AP. Multitudinarias celebraciones estallaron ayer en las mismas calles de Teherán que hace cuatro años eran escenario de enfrentamientos, después de que Hasan Rowhani ganó la presidencia de una manera abrumadora y sorprendente con apoyo de los sectores reformistas del país. 

  Con esta victoria, el orden político ha quedado abierto de súbito luego de la represión implacable que ejercieron los radicales para consolidarle en el poder.    “Larga vida a Rowhani”, gritaban miles de simpatizantes en tanto que los agentes de seguridad se mantenían al margen de intervenir contra las multitudes, que se mostraban contentas e incluso algo desconcertadas por la amplitud de la victoria. En la cuenta de votos, Rowhani triplicó a su rival más próximo.

   Rowhani obtuvo el 50.7% de los más de 36 millones de votos emitidos, dijo el Ministerio del Interior, seguido del alcalde de Teherán, Mohamad Bagher Qalibaf, que logró 16.5%. El negociador nuclear Saeed Jalili terminó en tercer lugar con 11.3% de los sufragios, y el candidato conservador Mohsen Rezaei, cuarto con 10.6%.    En su primera declaración después del anuncio de los resultados, Rowhani dijo que “se creó una nueva oportunidad… para aquellos que respetan en verdad la democracia, la interacción y la libertad de diálogo”.    Sin embargo, en Irán cualquier triunfo abrumador en las urnas no se refleja necesariamente en las grandes decisiones políticas del país.    Todas las decisiones cruciales —como las relacionadas con el desarrollo nuclear, la defensa y las relaciones exteriores— recaen en los clérigos gobernantes y el poderoso estamento que los protege: la Guardia Revolucionaria.  

 La victoria de Rowhani reabre el espacio a las voces moderadas y liberales que permanecieron amordazadas mucho tiempo con el propósito de negarles a los reformistas la presidencia en represalia por las protestas multitudinarias y los enfrentamientos de 2009 que estallaron tras las acusaciones de fraude electoral. 

  Los partidarios de Rowhani también consideraron la elección un medio para expresar su rechazo a políticas intransigentes que han redundado en una intensificación del aislamiento internacional de la República Islámica y de las sanciones impuestas por Occidente a causa del programa nuclear de Teherán.  

 Rowhani, de 64 años, no es precisamente un radical, aun cuando se ha desempeñado en diversos gobiernos y ha cumplido el papel muy delicado de negociador nuclear, pero ha adoptado una postura firme contra las políticas internacionales combativas del mandatario saliente Mahmud Ahmadinejad y otros.  “Nunca he sido extremista”, manifestó Rowhani en la televisión estatal poco después del anuncio de los resultados oficiales. “Apoyo la moderación”, apuntó.    “Agradezco a Dios que la racionalidad y la moderación han brillado de nuevo en Irán”, continuó. “Esta es la victoria de la sabiduría, de la moderación, de la transigencia sobre el extremismo”, aseguró.  

 Su énfasis en la comunicación podría reducir considerablemente la animosidad política entre Irán y Occidente —incluido Israel.

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