Iraquíes votan de forma masiva

Iraquíes votan de forma masiva

BAGDAD (EFE).- Los iraquíes desafiaron ayer domingo las amenazas de los violentos y los llamamientos al boicot y acudieron en gran número a las urnas, en una jornada electoral sangrienta que dejó 44 muertos, nueve de ellos atacantes suicidas.

El primer día electoral de nuevo Irak fue también trágico, sin embargo, para las tropas británicas, que sufrieron un número no determinado de bajas al estrellarse, por causas desconocidas, un avión de transporte militar clase C-130 al norte de Bagdad.

El portavoz de la Comisión Electoral Independiente, Farid Ayar, calculó en unos ocho millones el número de votantes que pasaron por los férreamente vigilados colegios electorales, cerca de un sesenta por ciento del censo.

Ayar puntualizó que la cifra es «una aproximación» y resaltó que «se necesitará algo de tiempo» antes de conocerse los porcentajes oficiales.

Las condiciones de las infraestructuras en Irak -donde todavía no hay electricidad continua- retrasarán hasta la tarde del lunes los resultados «preliminares», mientras que los definitivos no se esperan hasta dentro de una semana o diez días.

La mañana electoral comenzó lenta en Bagdad, con escasos viandantes en las calles y apenas colas en los colegios electorales, vigilados por la Guardia Nacional iraquí.

A medida que pasaron las horas, la actividad se multiplicó, sobre todo en las zonas chiíes y las barrios en mixtos, donde los suníes parecieron sentir en menor grado el boicot y las amenazas de los violentos.

Sin embargo, los centros electorales en las zonas de mayoría suní, estuvieron casi desiertos a lo largo del día, sobre todo en el denominado «triángulo suní», corazón de la insurgencia en Irak.

Los chiíes, que suponen el 60 por ciento de la población de Irak, se perfilan como vencedores de la consulta, calificada de histórica tanto por dirigentes locales como por los líderes de la comunidad internacional.

Los predicciones también indican que los kurdos lograrán un amplia representación en el nuevo Parlamento, que les permitirá tener una influencia sin precedentes en el país.

El primer ministro interino iraquí, el chiíta Iyad Alaui, instó a sus compatriotas a no quedarse en casa y les recordó que hoy era el día en el que «los iraquíes, por primera vez, pueden determinar su destino».

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, subrayó, por su parte, que «el mundo escucha la voz de la libertad en Oriente Medio» y destacó que los iraquíes se opusieron «a la ideología no democrática de los terroristas. No se dejaron intimidar por los matones».

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, destacó, por su parte, que la jornada significa «el primer paso» en el camino hacia la democracia, y resaltó que «es un principio, no un final».

La insurgencia, sin embargo, no se dejó intimidar por las medidas de seguridad especiales y el amplio pero discreto despliegue de las tropas estadounidenses, y emprendió sus prometidos ataques apenas dos horas después de abrirse los colegios electorales.

Nueve ataques suicidas sacudieron el país y segaron la vida de 36 personas, entre civiles y agentes de seguridad.

Los suicidas llevaban los explosivos adosados a distintas partes de su cuerpo, ya que una de las medidas de seguridad más efectivas fue la prohibición de que circularan vehículos en las ciudades y carreteras interprovinciales.

Uno de los atentados más cruentos ocurrió cerca de la ciudad de Hila, a unos noventa kilómetros al sur de Bagdad, cuando un suicida se abalanzó contra un microbús repleto de personas que se dirigían a un centro electoral.

Además, los insurgentes lanzaron proyectiles de morteros contra «Ciudad al-Sadr», el empobrecido barrio de Bagdad dominado por los seguidores del clérigo radical chií, Muqtada al-Sadr, y contra colegios electorales de las ciudades de Balad y Kirkuk.

En Mosul, la tercera ciudad más populosa del país y una de las más violentas durante los últimos meses, la votación quedó perturbada por el boicot y los enfrentamientos entre insurgentes y policías ocurridos en el oeste de la urbe.

También se informó de escaramuzas en la ciudad meridional de Basora, de mayoría chií y segunda en población del país.

El grupo vinculado al extremista islámico Abu Musab al-Zarqaui, eslabón de la red terrorista internacional Al-Qaida en Irak, asumió a través de internet algunos de los atentados, aunque la veracidad de su reivindicación no ha sido confirmada.

Los iraquíes que viven en el extranjero también acudieron a votar este domingo en las 75 oficinas electorales abiertas en catorce países de todo el planeta.

Según la Organización Internacional de Migraciones, un 65.9 de los expatriados iraquíes que se registraron depositaron su papeleta en esta jornada histórica.

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