El 66% de ingresos tributarios de la República Dominicana dependen de los impuestos indirectos al consumo, mientras que en los países OCDE 51,2%
Para que no sea más de lo mismo, la reforma fiscal que ha comenzado a discutirse en país debe conducir a dos objetivos: aumentar en unos dos o tres puntos porcentuales la presión tributaria sobre la base de un ejercicio responsable del gasto público y dar el primer paso para el inicio de un cambio del sistema tributario del país hacia otro menos regresivo.
La presión tributaria del país es una de las más bajas de la región (no alcanza siquiera el 14.5% del PBI (en la región el promedio alcanzó el 21.5% en 2022), lo que hace insostenible las finanzas públicas e incapacita al Estado para desarrollar programas de transferencia directa para enfrentar la pobreza.
¿Qué es lo que hace regresivo al sistema tributario dominicano? Su alta dependencia de los impuestos indirectos al consumo.
Según un informe de la propia Dirección General de Impuestos Internos (DGII), con cifras correspondientes al período 1990-2015 (situación que no ha cambiado mucho), el 66% de ingresos tributarios de la República Dominicana dependen de los impuestos indirectos al consumo, mientras que en los países OCDE esa participación era menor, de 51,2% y en los países de América Latina y el Caribe era también un poco menor, de 60.7% del total de ingresos.
En cambio, los impuestos directos, que son los que gravan el ingreso y la propiedad, alcanzaban en la OCDE el 48,8% mientras que en la República Dominicana eran de sólo el 33,6% del total de los ingresos tributarios y el promedio de la región era de 39,3%.
Los impuestos indirectos como el Impuesto al Valor Agregado (IVA) o Impuestos a las Transferencias de Bienes Industrializados (ITBIS), que es como ha sido bautizado en el país, tienen la ventaja de que son fácil de cobrar, pero en el caso dominicano presentan altos evasión y tiene desventaja de que cargan más el presupuesto personal y familiar que los pobres y menos el de las personas o familias de altos ingresos.
De manera que al momento de comprar un bien o servicio gravado por el ITBIS, el pago que hace una persona de bajo ingresos es el mismo que realiza una de altos ingresos; sin embargo, para la persona rica es pago supondrá un menor gasto en proporción a sus ingresos que para la persona pobre. Ese no es el caso de los impuestos progresivos, como el Impuestos sobre la Renta, el porcentaje a aplicar aumenta a medida que la renta del contribuyente sea mayor.
Es verdad que construir y aplicar un sistema tributario menos regresivo requiere mayor esfuerzo que depender de los impuestos indirectos al consumo, pero es el camino que conduciría a una sociedad con menor desigualdad social.