Si sucede que a uno ya no le queda más opción que saltar sobre los famélicos ritos, la insensibilidad, sobre los deprimentes absurdos de la performance cultural oficial, sobre la cruel y patética frivolidad de los manipuladores o enemigos del arte, como muy bien los ubicaba-ya en el Santo Domingo de principios de los 60 del siglo XX-, el lúcido pensador y crítico Manuel Valldeperes (1902-1970), entonces, ciertamente, algunas realidades aparte deben de estar consumándose del otro lado de la conciencia de la patria; más allá del muro de las lamentaciones artísticas y culturales nacionales y frente a la misma calamidad de una crítica que sigue pirateada, desprevenida y estresada.

Atender el caso ejemplar de Iris Pérez es como un ejercicio de concentración a la hora de reasumir la tarea de consignar mínimamente los destellos materiales y las revelaciones simbólicas que nos deparan tales realidades. El proceso de su desarrollo como educadora, gestora y artista visual multidisciplinaria; los notables registros de depuración formal y conceptual que alcanza en su expresión estética actual; la profundidad de su compromiso social a través de la práctica de la imaginación, así como la diversidad de respuestas inteligentes que su obra viene recibiendo a nivel internacional, constituyen una realidad artística, cultural y espiritual tan autosignificativa e iluminadora como capaz de librarnos de cualquier calamidad sociopolítica momentánea y hasta de nuestras ancestrales limitaciones ecológicas.

La semana pasada, Iris Pérez ha regresado con entusiasmo y renovadas energías de un intenso itinerario transcontinental que la ha llevado a participar en la ll Bienal de Arte Latinoamericano del Bronx y en la IV Bienal Internacional de Arte de Beijing, entre otros eventos de importancia indiscutible. La ll Bienal del Bronx, inaugurada el pasado 18 de septiembre, permanecerá abierta hasta 24 de noviembre en el Bronx Museum of Art, Bronx Art Space, Gordon Parks Gallery (College of New Rochelle), Lincoln Hospital Exhibition Espace y otros espacios culturales de la ciudad de Nueva York.

Durante su primer viaje a China, Iris Pérez visitó Expo Shangai 2010, luego de estar presente en la ceremonia de apertura de la IV Bienal Internacional de Arte de Beijing, instalada en los espacios del Museo Nacional de China desde el 20 de septiembre hasta el pasado 4 de octubre. Esta es la primera vez que un artista de la República Dominicana es seleccionado en la Bienal de Beijing, considerada, precisamente a partir de esta cuarta edición, junto a las bienales de Venecia y Sao Paulo, como uno de los grandes eventos de las artes visuales a nivel global.

Bajo el tema La preocupación por el medio ambiente y la existencia humana, la IV Bienal Internacional de Arte de Beijing ha sido convocada por la Federación de Literatura y Círculos de Arte de China, la Municipalidad de Beijing y la Asociación de Artistas de China. El comité organizador recibió 12,000 obras de 4, 000 artistas y 93 países. Luego de un estricto proceso de selección, el comité curatorial seleccionó 535 participantes y 562 obras de 81 países. Un total de 164 obras fueron de artistas chinos (Hong King, Macao y Taiwán) y 398 de artistas extranjeros.

La obra seleccionada de Iris Pérez en la IV Bienal Internacional de Arte de Beijing se titula En mi isla estoy, una pintura realizada en acrílica sobre tela y formato 40x 60. Para advertir las cifras especulares y enigmáticamente conmovedoras de esta obra no puede haber mejor vía que atender las palabras de la propia artista: En mi isla estoy se basa en la decisión personal de residir en mi tierra, en mi país, la República Dominicana y de hacer un llamado ante los peligros existentes A lo que me refiero es a lo importante que eres para tu tierra, los aportes que puedes hacer, los reflejos positivos que puedes irradiar y la decisión personal de protegerla. En mi isla estoy, a manera personal, es una decisión de vida.

Pero, ¿a qué peligros se refiere Iris Pérez?, ¿será acaso a los que resultan de la consciente y masiva explotación de los recursos naturales del Planeta que ya nos está dejando una gran avalancha de hambrunas y calamidades climático-medioambientales o a los terribles efectos de la violencia política, el terror, la corrupción y las prácticas burocráticas visceralmente predatoras de la Globalización?

Nuestro mundo está cargado de problemas que la propia humanidad ha ido generando. Muchas personas se ven obligadas a emigrar a grandes ciudades o países lejanos en busca de un bien económico, dejando atrás tierras sin cultivar. Muchas empresas construyen proyectos que no son viables. Todavía en esta época, miles de personas viven en los bordes de ríos caudalosos, lo que acrecienta la contaminación y el constante peligro para la biodiversidad. La decisión del ser humano de reconocer desde lo más profundo de su alma la importancia que tiene en la preservación de nuestro hábitat y por ende del mundo físico que conocemos es uno de los roles principales para lo que vinimos a este planeta Tierra. La República Dominicana no está exenta de los problemas globales que afectan nuestros recursos naturales

Además de visitar lugares históricos como el Templo del Cielo, la Ciudad Perdida y la Gran Muralla, Iris Pérez dedicó atención a los espacios públicos de producción y proyección de las artes plásticas y visuales en China como Art Zone 798, un amplio distrito dedicado completamente a la creación contemporánea, además de compartir con artistas de distintos países y curadores internacionales.

Sé que toda esta travesía va a ser sumamente importante y enriquecerá más el proceso creativo que me acompaña desde que me inicié en este medio maravilloso de expresión que son las artes visuales. Y simplemente, estoy contenta por lo que por medio a mi trabajo puedo aportar a mi país y lo que desde aquí puedo seguir llevando a otras fronteras