Belfast (EFE).- David Healy, un voluntarioso atacante que se gana la vida en el Leeds United, de la segunda categoría de la Liga Inglesa, humilló sin piedad al equipo de Luis Aragonés, al que endosó tres tantos e inundó de fracaso en Belfast, un recinto históricamente propicio y en el que España perdió por primera vez.

La selección española se derrumbó ante un equipo menor. De medio pelo. Que nunca ha pintado nada en el concierto internacional, ausente de las fases finales de los grandes torneos y que se sostiene únicamente por el entusiasmo de sus futbolistas, que elaboran un fútbol ramplón y previsible.

Con esos ingredientes España salió de Belfast humillada. Frente a un equipo con el que sólo había perdido en una ocasión después de diecisiete enfrentamientos y que hace setenta y dos horas fue sonrojada por Islandia en este mismo recinto. Un bloque que, baste como dato, fue incapaz de marcar un sólo gol durante el año 2004.

Lawrie Sánchez esperó a España con una pequeña revolución en su once. Tres salieron damnificados de la contundente derrota encajada contra Islandia setenta y dos horas antes en este mismo escenario. Prescindió del meta Maik Taylor, del centrocampista Stuart Elliot y del delantero James Quinn. Su lugar lo van a ocuparon Roy Carroll, Michael Duff y Kyle Lafferty.

Irlanda del Norte es un bloque entusiasta. Nada más. No decae a pesar del gris futuro que tradicionalmente advierte su historial y cada duelo es una nueva oportunidad. Apenas se alteró con su primer contratiempo. Cuando un tirón muscular terminó con la titularidad de Carroll a los once minutos. Maik Taylor, condenado al banco tras los tres goles islandeses, se encontró de nuevo bajo los palos.

No tuvo peor estreno el meta del Birmingham City, que en la primera aproximación de España tuvo que recoger el balón de la red. Coincidió con la mejor jugada del conjunto de Luis. La más elaborada. Una buena maniobra de Antonio López por su banda, la izquierda, que terminó con un centro rematado por Xavi Hernández.

Un premio extra para el futbolista del Barcelona. Condenado a la grada en el encuentro de Badajoz frente a Liechtenstein y que se llevó los honores del gol mil en la historia de la selección.

Pero el ánimo de la selección de Luis Aragonés está sostenido por alfileres. Y en la primera situación de temblor se descompuso. Supuso la igualada. Cuando un saque de puerta de Taylor llegó hasta el área de España. Xabi Alonso falló y dejó el balón muerto a los pies de David Healy, que arrasó con todo hasta llevar el balón a la red. La ventaja española apenas aguantó estuvo en pie cinco minutos.

La selección hispana estaba incómoda ante el juego irlandés, que sometió a su rival a una presión permanente pero poco convincente, de la que no podía salir. David Albelda sufrió un golpe en la cara y tuvo que dejar su puesto a Cesc Fábregas. Luis pensó entonces en mejorar y agilizar la circulación de un balón que aún no tenía con la entrada del medio del Arsenal. Ya tenía en juego al centro del campo del pasado Mundial.

A falta de diez minutos para el intermedio España acosó la meta de Taylor con un par de saques de esquina y un disparo de Xabi Alonso que murió en las alturas. Igual que otro, más claro, posterior, de Fernando Torres, que cumplía tres en la selección.

Pero la situación pudo acabar peor antes del descanso si el joven Kyle Lafferty hubiera estado más certero en el remate de cabeza que facilitó Iker Casillas con un error en la salida.

Luis Aragonés buscó alternativas por los costados del equipo. Dejó en el vestuario a Sergio Ramos, desafortunado en la primera parte y apostó por la fogosidad por la derecha de su compañero Michel Salgado.

La pausa no terminó con la confusión de España. Para empezar, un disparo de Keith Gillespie rozó el palo y amenazó otra vez la estabilidad de los españoles hasta que el ímpetu de David Villa encontró su premio y desatascó un panorama que oscurecía. El fabricó gran parte de la jugada. Junto a Cesc, que le regaló el centro último para que el asturiano batiera a Taylor.

El gol amainó el temporal para el equipo de Luis, que se apoderó del balón mientras Irlanda ya había empezado a pagar su esfuerzo. Buscó aire arriba Lawrie Sánchez, que dio entrada a James Quinn en lugar de Lafferty. Más de lo mismo para el juego directo de los verdes.

Helay se convirtió en héroe cuando obtuvo el empate y su segundo gol al rematar, sólo y dentro del área, una falta lateral lanzada por Sammy Clingan. Una nueva demostración de la precariedad defensiva de los visitantes.

España aceleró el paso. Raúl lanzó al palo a falta de veinte minutos tras un pase de Xavi e Iker Casillas intervino certero en un lanzamiento posterior de Steve Davis.

El peor castigo llegó a diez minutos del final. Un saque del portero sobrepasó a Michel Salgado y Healy, de nuevo, batió a Casillas y llevó la humillación a España, urgida de un cambio radical para evitar un futuro tenebroso.

— Alineaciones:

3 – Irlanda del Norte: Carroll (Taylor,m.11), Duff, Craigan, Aaron Hughes, Evans; Baird, Gillespie, Clingan, Davis; Healy (Feeney, m.85) y Lafferty (Quinn, m.53).

2 – España: Casillas, Sergio Ramos (Michel Salgado, m.45), Puyol, Pablo, Antonio López, Albelda (Cesc, m.28), Xavi Hernández, Xabi Alonso, Raúl, Villa y Fernando Torres (Luis García, m.63).

Goles: 0-1, m.14: Xavi; 1-1, m.20. Healy. 2-1, m.52: Villa; 2-2, m.65: Healy. 3-2, m.80: Healy.

Arbitro: Frank De Bleeckere (Bélgica). Mostró tarjeta amarilla a Duff, Fenney, Antonio López y Puyol.

Incidencias: encuentro correspondiente a la segunda jornada del Grupo F de la fase de clasificación para la Eurocopa 2008, disputado en el estadio Windsor Park de Belfast ante unos 15.000 espectadores.