Irlandeses vencen gobierno y votan a favor mantener el senado

Irlandeses vencen gobierno y votan  a favor  mantener el senado

DUBLÍN. AFP. Los irlandeses propinaron un revés al gobierno de Enda Kenny y votaron a favor de mantener el Senado en la única ocasión en que se les consultó sobre una medida de ahorro. En el referéndum celebrado el viernes, cuyos resultados se conocieron ayer, el 51.7% dijo «no» a la propuesta del gobierno y 48.3% «sí». La diferencia fue de 42,500 votos y la participación apenas del 39.2%, uno de los factores que explican la derrota de una propuesta que todos los sondeos previos aseguraban que iba a prosperar.

Suprimir el Senado hubiera supuesto ahorrar 20 millones de euros al año y dejar a 60 parlamentarios sin empleo, en un país donde la reputación de los políticos quedó maltrecha tras ser salvado de la quiebra por el Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea. El pueblo irlandés «ha dado su veredicto y lo acepto», dijo Kenny tras conocerse el resultado.

«El proceso de cambio en política es algo con lo que queremos continuar y ahora que la gente ha tomado una decisión tan clara con el Senado, creo que es importante evaluar como el Senado puede contribuir efectivamente a ese proceso de reformas», sentenció. Kenny, que hizo del referéndum una de sus promesas de campaña en las legislativas de 2011, argumentaba que el Senado es caro, poco representativo y que el país puede perfectamente vivir sin él. «El ‘Seanad’ (en gaélico) carece de poder y no es democrático.
Cuesta 20 millones de euros al año y nunca se ha implicado en la vida pública irlandesa como hubiera debido hacerlo», dijo el primer ministro en vísperas de la consulta.
Los partidarios del «no» acusaban al partido Fine Gael del primer ministro –que se define como «progresista de centro»– de querer aumentar el poder suprimiendo una instancia poco afín, aunque su poder de estorbar al gobierno sea muy limitada. El ejecutivo nombra sólo a once de los sesenta senadores. El resto tampoco son elegidos directamente por el pueblo, sino por graduados universitarios u otros políticos agrupados en concejos, y hasta los partidarios de mantenerlo han abogado por cambiarlo.

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