Bayaguana. –Aunque sin establecer fecha ni época, Irma Aquino Mejía siempre tuvo la confianza y seguridad de que Luguelín Santos llegaría muy lejos en el deporte.
“Desde niño fue muy inquieto y dispuesto a conseguir lo que se proponía”, dice Aquino Mejía, madre del subcampeón olímpico en Londres 2012 y medallista de oro en los Panamericanos Toronto 2015.

Recurre a la frase que reza: “la esperanza es lo último que se pierde” para agregar en seguida: “siempre tuve esperanza de que mis hijos llegarían muy lejos”.

Se refiere, además de Luguelín, a sus otros dos hijos: Juander y Arordis, quienes también se destacan en el atletismo. “Soy una madre orgullosa de sus hijos y disfruto cada uno de sus éxitos y siempre le pido a Dios que me los proteja”, dice.

Expone que da seguimiento a las actuaciones de “sus muchachos” a nivel internacional y asiste a los eventos en que compiten en el país, principalmente en los Juegos Deportivos Militares. Luguelín es miembro de la Fuerza Aérea Dominicana, mientras que Juander compite por la Policía Nacional.

Ingeniería civil. Recuerda que sus hijos, todos, tenían inclinación por la carrera de ingeniería civil. “También les gustaba mucho la pintura y utilizan parte del tiempo en dibujar carreteras y autopistas”, dice. Entiende, sin embargo, que el destino les tenía reservado ser atletas destacados.

Explica que hubo una época en que sus hijos practicaban ciclismo, pero que ello le causaba preocupación y temor por ser un deporte de carreteras, “con todos los peligros que ello implicaba”.