Irán insiste en programa nuclear

<p>Irán insiste en programa nuclear</p>

TEHERAN (AFP) – Irán descartó “completamente” ayer una suspensión del enriquecimiento de uranio, aunque aseguró que está dispuesto a garantizar que su programa nuclear no será utilizado con fines militares si el tema abandona la mesa del Consejo de Seguridad de la ONU.

Los embajadores ante la ONU de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, así como Alemania, concluyeron una nueva reunión informal sin llegar a alcanzar un proyecto de resolución que refuerce las sanciones contra Irán.

Los diplomáticos tienen previsto volver a reunirse el miércoles.

Gholam Hossein Elham, portavoz del gobierno del presidente Mahmud Ahmadinejad, afirmó sin ambages que la suspensión del enriquecimiento estaba “completamente descartada”, al mismo tiempo que aseguró que las propias grandes potencias “han abandonado esta cuestión”.

   El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Manuchehr Mottaki, aseguró por su parte en Ginebra que su país está dispuesto a ofrecer todas las garantías que sean “necesarias” sobre su programa nuclear si el tema abandona la mesa del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

   “Si los cinco países más uno transfieren de nuevo los asuntos nucleares de Irán del Consejo de Seguridad a la AIEA (Agencia Internacional de la Energía Atómica), mi país estará listo para ofrecer las garantías necesarias para que vuelva a reinar la confianza sobre (…) su programa nuclear”, aseguró el canciller ante la Conferencia Internacional de Desarme.

   El lunes, el grupo de Seis países señalaron progresos en una nueva resolución que refuerza las sanciones.

   El texto a debate en la ONU entre Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Gran Bretaña y Alemania, acentuará previsiblemente las sanciones adoptadas en diciembre de 2006 contra Teherán en la resolución 1737, limitadas a los sectores nuclear y balístico.

   Las nuevas medidas planeadas incluyen una estricta prohibición de viajar al extranjero para algunos responsables iraníes implicados en el programa nuclear, un embargo sobre las armas, así como restricciones comerciales y financieras.

   Sin embargo Estados Unidos, que impone desde los años 80 sanciones económicas contra Irán, presionó a las entidades bancarias internacionales para que reduzcan sus intercambios comerciales con Irán.

   El sector petrolero iraní, cuarto productor mundial, también está bajo presión, por falta de inversiones extranjeras.

   El último escollo fue el anuncio el lunes, por parte de Rusia, de un nuevo aplazamiento de al menos dos meses para terminar la construcción de la primera central nuclear iraní en Buchehr.

   Este retraso también implica el aplazamiento del suministro de combustible previsto originalmente para este mes de marzo.

   El principal negociador del tema nuclear iraní, Alí Larijani, “deploró” ese contratiempo, y añadió que ello demostraba la necesidad para Teherán de producir su propio combustible.

   “Moscú subrayó que era importante que Irán garantice la ejecución de las exigencias impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU y la AIEA y adopte las medidas constructivas que se imponen para lanzar el proceso negociador”, explicó el portavoz de la cancillería rusa, Mijail Kamynine.

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