De muchas formas la ironía nos aborda como concepto y contexto, y en ese sentido se revela y nos revela infinidad de detalles relacionados con esa realidad circundante, la cual con frecuencia es mutilada y disfrazada ante nuestros ojos. Pero ante este cuadro imperfecto de ideas en constante contradicción entra en juego el concepto de imaginación infinitamente explorado tanto en el arte como en la literatura, el cine, el teatro y, por supuesto, en la filosofía.

Asumiendo que Aristóteles introduce por primera vez el concepto en la filosofía, con la finalidad de indicar ese proceso en donde una imagen se presenta ante nuestros ojos; y dando el espacio oportuno para Kant, por supuesto muchos siglos después, al ubicar la imaginación como mediadora entre el sentido y el pensamiento, entre la percepción y los conceptos; revaloramos la imaginación en los llamados tiempos modernos y postmodernos.

Este texto viene motivado por las obras de Igor Morski, un conocido y reconocido ilustrador y diseñador gráfico polaco, catalogado por algunos como un artista con extraordinario sentido de imaginación, digno representante del arte surrealista, capaz de ilustrar lo posible o lo impensable.

Una obra cargada de ironía donde lo absurdo se hace oportuno, pertinente y perenne; reveladora, crítica, que irrumpe nuestros sentidos hasta lograr desconcertarnos, y que nos devela un espontáneo discurso referido diría que por la ironía del absurdo y por el absurdo de la ironía.

Igor Morski, artista digital de amplia trayectoria tanto en la publicidad, la televisión como en medios impresos, con gran conocimiento de la composición y del color, visto con claridad en cualquier vertiente que aborde, especialmente los alineados al cuerpo y la expresión facial. Mira su obra en www.igor.morski.pl.